Raúl Adalid Sainz
«¿Cómo está Becker?», » no pues ya se ha de haber muerto». Así inicié la conversación con la señora actriz, Helena Rojo. Terminábamos llamado en la serie «María Félix», e iba junto a ella en la camioneta que nos llevaba de regreso a Televisa. Mi conocimiento del cine mexicano hizo que le preguntara de «Becker», aquel gato negro de la película, «Más Negro que la Noche», de Carlos Enrique Taboada, donde Helena Rojo era protagonista.
Ese hecho hizo quizá, que ella se sintiera bien, al sentir que sabía de su trayectoria cinematográfica. Hablamos de Carlos Enrique Taboada, y concluíamos que dejó grandes películas de misterio, de un suspenso narrativo, rayando en el terror psicológico, muy bien logrado, («Hasta el Viento tiene Miedo», «El Niño de Piedra», «Veneno para las Hadas», «Más Negro que la Noche»). «
Era un señor muy lindo, muy respetuoso, dirigía muy bien, sabía lo que quería», me decía, la cada vez más abierta en su sentir Helena. Siempre había escuchado en mi natal Torreón, que la actriz había nacido allá. Se lo pregunté. Me dijo: mis padres eran nacidos en Torreón, allá vivían, mi padre fue invitado a trabajar acá en México, con un asunto de caballos, y ya me tocó nacer aquí. Me platicaba Helena, contenta por el tema, que nunca había ido a Torreón de vacaciones, fuera de asuntos de trabajo, en giras artísticas teatrales.
Me habló de su grata impresión con el teatro precioso de nuestra tierra: «ese como el de las mil y una noches, como árabe, ‘¿cómo se llama?», «el Teatro Isauro Martínez», le respondí. Hacía gratos recuerdos del querido «Isauro», no vino a su memoria el nombre de la calle donde vivieron sus papás, ya casados, «era en el centro», me decía, «¿cómo se llama la calle más importante?». No le sonó ninguna que le cité. Recordó a Sonia Salum, y su simpatía, cuando era directora del Teatro Isauro Martínez. Se notaba que a Helena, el recuerdo de la ciudad y sus orígenes laguneros, le agradaban sentirlos.
No me podía quedar con las ganas de hablar de su experiencia vivida con Werner Herzog, y aquella película donde Helena Rojo, tuvo un rol importantísimo, la condesa » Inez», junto al gran actor Klaus Kinski. «Aguirre o la Ira de Dios», la película. Se emocionó con el tema. Me hablaba que había sido toda una aventura filmar en aquellos parajes selváticos, que se les habían hundido las embarcaciones, de la juventud de todos, que Herzog y ella eran de la edad, de lo apartado de Kinski, «no hablaba, él estaba en su mundo, era impresionante cuando actuaba, era un animal, muy fuerte», ella me transmitía que le había impactado su fuerza interpretativa y su veracidad.
Le pregunté, que cómo había llegado esa película, (que es un clásico en la filmografía del cineasta alemán Herzog) a su vida.
Herzog andaba en México, planeando ya su película, alguien que me conocía, le presento mis fotos, y quiso conocerme, me dijo más o menos. Recordó que en ese tiempo traía el pelo rojo por una película y que Herzog, le pregunto’, si sé pintaría su pelo de oscuro. «Claro, le dije yo».
Evidentemente se ve que esta película es un orgullo en su carrera. Pero no hace mayor aspaviento. Helena Rojo es una mujer natural, sincera, no se complica, dice las cosas como las siente. No le da más importancia al trabajo que ha hecho, simplemente me decía: «Lo importante es divertirse en esto».
Llegamos a Televisa. La charla había concluido. Ese día también habíamos terminado los dos nuestra participación en el serial. Nos despedimos de beso. Le dije: «Nos despedimos paisanita», a ella le dio risa.
Que bien me cayó esa señora que aún es muy bella. La primera vez que la vi fue en el cine, en una película extraña de Francisco del Villar, llamada, «Los Perros de Dios». A los pocos años la veía, en una telenovela, que yo veía con mis abuelos, estando adolescente, llamada «La Venganza». Helena Rojo era la protagonista junto a Enrique Lizalde. Recuerdo que salían ahí, los actorazos, Betty Sheridan, Germán Robles, y el querido Miguel Ángel Ferriz.
Ni por asomo pasaba por mi cabeza que quería ser actor. Al tiempo admiré a Helena Rojo en «Los Cachorros», del gran director cinematográfico Jorge Fons. Helena ha sido ganadora de dos premios «Ariel», («Fin de Fiesta, 1971», y «Misterio», 1981), por mejor actriz protagonista. Siempre se me hizo una mujer muy bella. Ahora tuve el gusto de conocer a esta casi paisana, que hizo un gran recuerdo de Torreón.
Qué lindo que la vida me hizo compartir este trabajo hermoso junto a ella, en la serie de María Félix, dirigida por la querida Mafer Suárez. Por hoy, simplemente acordémonos de las sorpresas que te da la vida en esta acrobática profesión de actor. Yo ya les compartí esta hojita que zarandea el viento de estos nuestros tiempos.
Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan