El delantero Oribe Peralta fue inmortalizado este domingo al ser develada su estatua en la Plaza del Aficionado, el primer lagunero en recibir la más alta distinción que otorga el Club Santos, emocionado hasta las lágrimas, sobre todo cuando dedicó todo lo que es, a sus padres ahí presentes
Julián Parra Ibarra|La Otra Plana.com.mx
La presencia de toda su familia, encabezada por sus padres, esposa e hijos, lo emotivo de las palabras de Marc Crosas –su compañero en la cancha, y quien en esta ocasión fungió como maestro de ceremonias-, de Dante Elizalde y de Alejandro Irarragorri, mostraron el lado más humano de Oribe Peralta, este domingo durante la develación de su estatua, hasta llevarlo a las lágrimas, e incluso al final hasta el cielo se emocionó, una leve llovizna se dejó sentir en la Plaza del Aficionado donde quedará inmortalizado para siempre.
Crosas definió a Peralta como un profesional con alma de amateur, en el sentido de que en todo momento entregó todo en la cancha en los clubes en los que militó y en la selección mexicana donde, subrayó, en estos momentos hace falta un delantero como el goleador lagunero.
La develación de su estatua que lo presenta en el festejo de uno de sus goles, se da en el marco del 39 aniversario de la fundación del Club Santos, y su ‘replica’ quedará en la Plaza del Aficionado, ubicada en las instalaciones del TSM.
El goleador, pieza fundamental en la conquista de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, es el primer lagunero en contar con una estatua inmortalizado, la máxima distinción que otorga el Club Santos a las leyendas albiverdes. Antes la habían recibido Jared Borgetti, Rodrigo ‘Pony Ruiz, ‘Chucho’ Benítez (QEPD) y Oswaldo Sánchez.
En el evento acompañaron al dos veces mundialista, sus padres, esposa e hijos, hermanos y el resto de su familia, además de ex jugadores como los laguneros Pedro Muñoz, Lupe Rubio, Rodolfo Salinas, Osmar Mares y José Antonio ‘La Mona’ Olvera.
El momento más emotivo fue cuando Peralta dijo que jugar en Santos Laguna «ha sido vivir mi sueño, pero la única meta que yo tenía desde niño era ser como ese señor que está ahí», dijo mientras señalaba a su padre.
También estuvieron presentes Marc Crosas, -quien al agradecer la presencia de los medios, les dijo que hace 11 años nadie hubiera imaginado que iban a terminar de compañeros, como parte de medios porque ahora es comentarista de Televisa-, Daniel ‘Hachita’ Ludueña, ‘Lorito’ Jiménez, Guty Estrada, y el escultor Guillermo Colmenero, autor de la obra.
Como invitado especial acudió el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda y su esposa Selina Bremer de Cepeda.
El momento más emotivo fue cuando Oribe dijo que el jugar futbol ha sido un regalo, “el jugar en Santos Laguna ha sido vivir mi sueño, pero la única meta que yo tenía desde niño era ser como ese señor que está ahí, mi papá; esa es la única meta que tuve toda la vida, y eso fue inculcado por mi mamá”, dijo mientras señalaba a sus padres, ubicados en la primera fila de los invitados a la ceremonia.
Y destacó que gracias a ellos, a su esposa, sus hijos, “es que hoy soy la persona que soy, un guerrero que no se cansa de luchar y un guerrero que está orgulloso de ser verdiblanco”.
Al final dijo que este momento de quedar inmortalizado al lado de otros grandes del club santista, es algo que nunca imaginó que fuera a suceder, “el futbol me ha regalado mucho más de lo que yo esperaba, y mucho más de lo que yo le di a él, esto nunca lo vislumbré, nunca lo tuve siquiera en el radar”.
El cielo también se contagió de la emoción de Oribe Peralta, que dejó correr algunas lágrimas que cayeron como gotas de lluvia al final del evento.