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La vigésimo quinta edición del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF) llegó a su fin el pasado 31 de julio y, en su paso por León, San Miguel de Allende e Irapuato dejó varios títulos para tener en la mira el resto del año. O el tiempo que requieran para un posible estreno comercial o su paso por más festivales y plataformas. Aquí algunas de las mejores películas que tuvimos oportunidad de ver en el pasado GIFF 2022.
Además de su palmarés (que coronó a A Piece of Sky como la Mejor ficción internacional y a Children of the Mist en la categoría Documental), las distintas secciones, en muestra o en competencia, presentaron un nutrido panorama del cine global, incluyendo el mexicano.
Backflip (Dir. Nikita Diakur)
Ya que GIFF nació como un festival especializado en películas de formato cortometraje, no es extraño que varios de los trabajos más destacados de esta edición pertenezcan a este formato. Es el caso de Backflip (Nikita Diakur), ganador como Mejor cortometraje experimental. Un ¿documental? ¿animado? donde el director crea una inteligencia artificial de sí mismo para que dé una voltereta hacia atrás, algo que él desea, pero teme el riesgo de intentarlo en el mundo real. Es hilarante ver al avatar contorsionándose miles de veces para aprender a hacer la pirueta (imaginen un Jackass virtual), pero la gradual experiencia acumulada permite también reflexionar sobre nuestra identidad y la relación con las máquinas.
Otros cortos destacados de sus distintas secciones fueron Llueve (Carolina Corral y Magali Rocha), El grillo (Carlos Hernández), Hoya (Mauricio Aguilar), Toomas Beneath the Valley of the Wild Wolves (Chintis Lundgren y Drasko Ivezic) y Staging death (Jan Soldat).
Crímenes del futuro (Dir. David Cronenberg)
La presentación especial de Crímenes del futuro, el más reciente trabajo de David Cronenberg, resultó en una de las películas más concurridas del GIFF 2022 en León, justo como clausura de la sede.
La historia distópica presenta un futuro donde la ausencia del dolor físico en los humanos da paso a nuevas mutaciones genéticas, pero sobre todo reconfiguraciones extremas del arte y el sexo. En medio de imágenes de asesinatos, mutilaciones y erotismo, el director apuesta por constantes diálogos como conductos para imaginar una posible evolución humana al abrazar nuestra propia decadencia.
Crímenes del futuro ya puede verse en MUBI.
Constant (Dirs. Sasha Litvintseva y Beny Wagner)
Aunque durante el Festival fue tratada como largo, esta producción germano-británica ganó como Mejor cortometraje documental internacional -tal vez su duración de 40 min le habrá facilitado al jurado contemplarla como tal, aunque en ediciones anteriores películas con metrajes similares habían triunfado en la categoría principal.
Más allá de ese tecnicismo, Constant (de Sasha Litvintseva y Beny Wagner) resultó una de las propuestas más curiosas: Una exploración lúdica sobre el contexto político de los sistemas métricos a través de recreaciones de época, material de archivo, imágenes 360° y fotogrametría (técnica de mapeo 3D). Constant se apropia de la tecnología de medición para revelar el aparato político detrás de las abstracciones con las que aprendernos a reconocer el mundo, a través de algo tan aparentemente sencillo como preguntarse qué es un metro.
Entre las películas del GIFF 2022, merece mención aparte el acertado conjunto de cortometrajes con el que el equipo de programación decidió exhibirla, sumando cuestionamientos sobre las políticas tecnológicas y del lenguaje: Con In Flow of Words (Eliane Esther Bots), Our Ark (Deniz Tortum, Karthryn Hamilton) y muy especialmente What Travelers Are Saying About Jornada del Muerto (Hope Tucker), éste bloque fue una de las funciones más enriquecedoras del GIFF.
Efímera (Dir. Luis Mariano García)
Si hubo una tendencia en las películas de ficción en el GIFF 2022, fue el coming of age: No vayas a clases mañana, Donde duermen los pájaros y Oliverio y la piscina coinciden en el subgénero, con formas muy diversas. Pero Efímera destaca especialmente por el rango actoral de sus protagonistas (Danae Reynaud y Carla Adell) y la tan natural sencillez con la que toca temas como la ansiedad y la muerte, así como su inteligencia al retratar el romance entre sus dos protagonistas desde una mirada empática y nada morbosa.
La película sigue a Emilia, una chica que puede ver brillar a la gente que está próxima a morir y cómo se enamora de Renata, a quien conoce en un funeral, previo a entrar a la universidad. La fantasía, en Efímera, se da por hecho para poder centrarse en el corazón de la película: el amor entre dos adolescentes que les permite crecer.
Además, valga decir que éste es el año de Danae Reynaud: la actriz participó en este GIFF con Efímera y un corto (Tickle Where It Hurts) en competencia, protagoniza Lecciones para canallas, que tuvo una presentación especial como cinta inaugural en Irapuato, y fue presentadora en la ceremonia de clausura.
Fire of Love (Dir.ª Sara Sosa)
Que las salas son el lugar ideal para las películas ya lo sabemos, pero se agradece la imponencia de una película como Fire of Love (Sara Dosa) para recordarlo. El documental se conforma a partir del material de archivo del matrimonio Krafft, una pareja francesa devota de la volcanología que dedicaron su vida a estudiar el comportamiento de los cráteres más letales e impredecibles de la Tierra.
La narración de Miranda July hila las filmaciones de Katia y Maurice, a quienes la directora observa con la misma fascinación que a los volcanes que atestiguaron. Hay un interés científico en el material, pero también el asombro humano ante la obsesión compartida, el amor profesado y la belleza artística de su trabajo, tal vez una poética involuntaria.
Fire of Love podrá verse pronto en Ambulante y, al ser una producción de National Geographic, no descartemos su llegada a salas o streaming en México.
Montegelato (Dir. Davide Rapp)
GIFF ha sido una plataforma pionera para el cine en realidad virtual en México, y Epicentro -la sección dedicada a este tipo de películas- se ha vuelto poco a poco una de las claves del Festival.
Entre lo poco visto este año -considerando la cantidad de trabajos disponibles en muestra y competencia-, el italiano Montegelato (Davide Rapp) destaca sin dudar. Presentado también en el Festival de Venecia, este trabajo explora las cascadas de Monte Gelato a través de casi 200 películas que las han utilizado como locación desde que se inventó el cine. Spaghetti westerns, eróticas, cine de aventuras; todas estas escenas se empalman a nuestro alrededor para formar un retrato panorámico de un paisaje que cuenta, también, una parte de la historia del cine italiano y revela las maneras en las que concebimos historias a partir de cómo miramos los lugares.
Teorema de tiempo (Dir. Andrés Kaiser)
La doble ganadora del Festival (triunfó como Mejor largometraje documental mexicano y recibió el Premio de la prensa) fue ésta, la segunda película de Andrés Kaiser. Como buena parte del documental latinoamericano contemporáneo, Teorema de tiempo arranca con el descubrimiento de cientos de rollos de películas familiares realizadas por el abuelo del director. La particularidad es que, además de viajes y cumpleaños, Arnoldo Kaiser filmó también un montón de ficciones amateur con las primeras cámaras de la familia, y con su complicidad.
Teorema de tiempo rescata esos ejercicios de aficionado para pensarlas como películas, a la vez que narra la historia de un artista impedido por su propia familia, poniéndolo en la perspectiva del nieto que sí ha podido dedicarse a ser cineasta. El material encontrado se acompaña de entrevistas que resignifican las imágenes, a la vez que cuestionan la realidad de lo que hay en ellas -la película implica a la audiencia no sólo a través de lo emocional, sino al permitirnos ver con una mirada contemporánea a la aristocracia del pasado.
Al final, el repaso por el linaje de abuelos, padres y nietos, resulta también una meditación sobre la masculinidad en el México del siglo XX. Una película elegante y riquísima en forma y fondo.
Teorema de tiempo podrá verse pronto, también, durante el Festival Internacional de Cine de Monterrey, tanto en salas como en Cinépolis Klic por tiempo limitado.
The Timekeepers of Eternity (Dir. Aristotelis Maragkos)
En Cine entre muertos, muestra del GIFF dedicada al horror, presenciamos una función de medianoche de The Timekeepers of Eternity, una delirante cinta que cruza lo mejor de la vanguardia experimental y de los thrillers clásicos estilo La dimensión desconocida.
El director Aristotelis Maragkos se apropia de la miniserie noventera The Langoliers (basada en un cuento de Stephen King) al fotocopiar cada cuadro y reanimarla con un stop motion que condensa la historia original e incorpora la fragilidad del papel para hacer collages, transiciones y efectos especiales inimaginables, creando un ambiente macabro que da paso a una nueva película.
Toda una osadía técnica, pero siempre al servicio de una historia intrigante sobre diez personajes que despiertan en un vuelo para notar que el resto de los pasajeros y tripulación han desaparecido. Una película fresca, que hace notar que el cine aún está reinventándose.
Uma & Haggen (Dir. Benito Fernández)
No podemos concluir sin mencionar Uma & Haggen (Benito Fernández), animación mexicana que se presentó fuera de competencia resultando una agradable sorpresa. Con una historia clásica sobre una princesa y un guerrero de distintas culturas que deben recuperar el reino del que ella es heredera legítima.
El humor casi siempre tiene un timing atinado, y el universo destaca porque, si bien tiene la prudencia de no proclamarse así para poder tener libertad creativa, está claramente inspirado en la posibilidad de que los vikingos tuvieran contacto con el México precolombino.
En un aspecto técnico está bastante lograda (mención aparte para el doblaje, donde agrada encontrar a Humberto Vélez), pero es el final lo que elevó a esta clásica cinta infantil de aventuras que sigue la fórmula sin fallar, en un relato que sabe sorprender con sus imágenes.
(Con información de Cine Premiere)