Lograr la igualdad plena entre mujeres y hombres, es hoy un objetivo alrededor del mundo
Salvador Hernández Vélez
La reforma para avanzar en la igualdad plena entre hombres y mujeres, que se aprobó en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), se suma al mayor proceso de reforma normativa que ha vivido la UAdeC desde su autonomía, en 1973. Ello incluye dos modificaciones al Estatuto Universitario, en 2019 y 2023; la aprobación del Reglamento de Austeridad y Ahorro, el Reglamento de Ética y Conducta, el Protocolo de Actuación para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia de Género; la integración de 13 reglamentos en un gran Reglamento Académico General, la puesta en marcha de la Reforma Académica Universitaria y el Nuevo Modelo Educativo. Todo ello genera bases firmes para contar con una mejor universidad en Coahuila.
Solo para dimensionar la magnitud de los cambios, la UAdeC es la primera universidad en el país en lograr incorporar a su Estatuto, tal como lo contempla la Constitución y la Ley General de Educación Superior, la igualdad entre hombres y mujeres en los puestos de representación y en la integración del equipo de la Rectoría y las Coordinaciones de Unidad. También cuenta con el único Estatuto, respecto a las universidades del país, que está redactado en lenguaje incluyente. Siendo además, pionera en incorporar a nivel estatutario la atención de las denuncias de violencia de género y reflejar los derechos de quienes forman parte de la comunidad LGBTTTIQA+.
Así, el Estatuto Universitario se encuentra alineado a las nuevas exigencias en materia de derechos humanos, contiene acciones afirmativas en favor de la representación igualitaria de las mujeres universitarias, dota de derechos a toda la comunidad universitaria y está a la vanguardia en materias como transparencia, democracia, responsabilidad social, ciencia tecnología e innovación. Así, la UAdeC en su Estatuto cuenta con muchas figuras que apenas se están discutiendo en la mayor parte de las universidades del país. Por ello, como institución está dando ejemplo nacional al innovar en el ámbito universitario e incorporar esquemas que ya están presentes en otros entes públicos, pero que no habían llegado a las instituciones de educación superior. No se trata del final de un camino, sino de un proceso. Sin duda quedan temas pendientes que la Máxima Casa de Estudios de los coahuilenses debe abordar en el futuro.
Con los cambios realizados se garantizará una mayor presencia de mujeres en el Consejo Universitario, en los Consejos Directivos, en el equipo de la Rectoría, donde por primera vez ocuparán la mitad de los cargos, en el equipo de las Coordinaciones de Unidad y en las comisiones del Consejo Universitario. Lograr la igualdad plena entre mujeres y hombres, es hoy un objetivo en muchas sociedades y organizaciones alrededor del mundo, sin embargo, ha sido un proceso gradual, lleno de obstáculos, en donde en ocasiones los cambios no se dan con la rapidez necesaria.
El proceso que hoy vive la UAdeC no hubiera sido posible sin las mujeres que abrieron brecha, en décadas en donde los espacios eran aún más reducidos; por ello, es importante recordar a las primeras directoras como la profesora Julia Martínez, fundadora y primera directora de la Escuela de Bachilleres Mariano Narváez en 1952; Martha Alicia Flores Prida, de la Facultad de Psicología; la doctora Alicia Garibay Caldevilla, de Enfermería Torreón; la doctora Elda Gloria Montemayor Sánchez, de Enfermería Saltillo; o aEnriqueta de Alba Campos, de FCA Saltillo, solo por mencionar a las primeras en ocupar este cargo.
Lo mismo entre las primeras funcionarias, se encuentra Enriqueta de Alba, en la Secretaría General; María del Carmen Ruiz Esparza, en las Direcciones de Asuntos Académicos y Planeación; Lucrecia Martínez Santibáñez, en Difusión y Patrimonio Cultural;Mireya Ramos Arizpe, en Relaciones Públicas; Marisa de la Rosa, en la Coordinación General de Vinculación;Elsa Flores Rodríguez, en Comunicación; Norma Yolanda Mota Palomino, en Agenda Ambiental; Rosa María Franco Parra, como primera Coordinadora, en la Unidad Torreón; y Flavia Jamieson Ayala, en Planeación y Asuntos Académicos. Cada una de ellas fue pionera, abrió espacios poco a poco a lo largo de los años. La universidad, por tanto, contará con una legislación adecuada a los nuevos tiempos en materia de derechos humanos, igualdad entre hombres y mujeres, y democracia.
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