Historias de Saltillo a través de sus personajes, sus anécdotas y sus lugares
Salvador Hernández Vélez
El libro “Historias de Saltillo a través de sus personajes, sus anécdotas y sus lugares”, recopila el esfuerzo de escritores, historiadores y personas interesadas en la historia de la capital del estado de Coahuila, que abarca más de 400 años, y también conmemora seis décadas de vida del periódico el Heraldo de Saltillo. Acompañamos en la presentación del texto a Francisco de la Peña de León, quién coordinó esta primera edición, Leticia Rodarte y un servidor, lo hicimos en el marco de la FILC 2023. Siempre serán bienvenidos los esfuerzos para dejar por escrito la historia de los pueblos. Gracias a esas iniciativas, las generaciones actuales y futuras podrán conocer y adentrarse en los hechos que los antecedieron y aquilatar la evolución de las sociedades, ubicando cada acontecimiento en el contexto en el cual se desarrolló. Sin duda los libros son fundamentales para conservar y transmitir la cultura, la historia, las anécdotas, en suma, el conocimiento humano múltiple y diverso.
El libro es extenso, de fácil lectura y comprensión, las historias que lo integran se leen ágilmente y son cortas. A través de 100 ensayos nos encontraremos y reencontraremos con hechos, acontecimientos, sucesos y anécdotas, personajes y lugares que tienen relación con el desarrollo histórico de la ciudad de Saltillo. Tropezaremos con las narraciones de diferentes acontecimientos, como “las varias fundaciones de Saltillo”, el “último viaje del tren de pasajeros Coahuila-Zacatecas”, los milagros del Santo Cristo de la Capilla; la feria, los toros y los franceses en Saltillo, el último fusilamiento militar en México que se ejecutó en la capital de Coahuila, el fatal trenazo en el Puente Moreno, la campana castigada, el suicida en la Catedral, el atentado al presidente de la República Adolfo López Mateos en Saltillo, o el día que lloró el gobernador de Coahuila. Trata también de la existencia de las “brujas en el Saltillo colonial” o la presencia de esclavos negros, la lucha entre un toro y un león, o las historias sobre los callejones o los caminos reales, los serenos, la gripe española, los matachines, y la batalla de la Angostura.
Por las páginas del libro desfilan historias breves de personajes como los conquistadores Alberto del Canto y Francisco de Urdiñola; Zapalinamé, el líder indígena; de Juan Landín y el bachiller Pedro Fuentes. También las historias de Agustín Jaime y Rosita Alvírez. Por otra parte, narran las hazañas del gran torero Fermín Espinoza Armillita. Las estadías de don Miguel Hidalgo y de don Benito Juárez. En otros relatos hablan de Manuel Acuña, Pedro Infante, del general Francisco Villa, del presidente Roque González Garza, de los militares revolucionarios Félix U. Gómez y Francisco Coss, de los empresarios Isidro López Zertuche y Braulio Cárdenas Cantú, del escritor Julio Torri, del poeta Otilio González, de don Vito Alessio Robles, también del político y diplomático mexicano Juan Antonio de la Fuente, de la artista Elena Huerta, del escritor Artemio de Valle Arizpe, del capitán Lemuel Burciaga, de los periodistas y políticos Roberto Orozco Melo y Francisco de la Peña Dávila, de los señores obispos de Saltillo, don Jesús María Echavarría y Aguirre, don Francisco Villalobos Padilla y don Raúl Vera López, de los gobernadores Ignacio Cepeda Dávila, Enrique Martínez y Martínez y Óscar Flores Tapia, de Rubén Aguirre, el “profesor jirafales”, de Adrián Rodríguez García, del que dicen que era un genio, entre otros personajes.
También se aborda la existencia, evolución, persistencia, y en otros casos, extinción de lugares y sitios emblemáticos como San Esteban de la Nueva Tlaxcala, Villalongín en 1828, la Catedral de Saltillo, el “Merendero Saltillo”, la Hibernia, el Ateneo Fuente, el Teatro García Carrillo, el hotel Rancho el Morillo, las haciendas de Coahuila, la zapatería Victoria, la ferretería Sieber, el Café y Chocolate Oso, la fábrica el Sarape de Saltillo, la empacadora Alanís, la tienda de don Simón, el hotel Hidalgo, los dulces Salazar, la panadería los Álamos, la casa Iglesias, el café Viena, la Sociedad Manuel Acuña, la panadería el Radio, la Alameda Zaragoza, el Museo de las Aves, el Museo de los Presidentes Coahuilenses, el Museo del Desierto, la radiodifusora XEKS, y el Heraldo de Saltillo. Es un texto que todo saltillense debe leer.
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