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El presidente Joe Biden, con motivo de la aprobación de la primera gran ley federal de seguridad de armas en tres décadas, dijo el lunes que Estados Unidos está «inundado de armas de guerra» y renovó su llamado a la prohibición de las armas de asalto.
El Congreso ha mostrado poca inclinación a prohibir las armas de asalto después de que expiró una prohibición en 2004, pero Biden espera utilizar la creciente indignación de los estadunidenses por los tiroteos masivos para ejercer una mayor presión sobre los legisladores para que cambien de opinión.
«Las armas de asalto deben ser prohibidas. Fueron prohibidas (…) Estoy decidido a prohibir de nuevo estas armas y los cargadores de alta capacidad», declaró.
El presidente demócrata también dijo también que los legisladores deberían añadir leyes de almacenamiento seguro que exijan la responsabilidad personal «por no guardar el arma bajo llave».
Biden destacó que apoya la Segunda Enmienda de la Constitución -que otorga a los estadunidenses el derecho a poseer armas de fuego-, pero dijo que «el derecho a portar armas no es un derecho absoluto que domine a todos los demás».
Biden, acompañado por la vicepresidenta Kamala Harris, habló en un acto celebrado en el jardín sur de la Casa Blanca para conmemorar la reciente aprobación del proyecto de ley sobre seguridad de las armas, la primera nueva ley de este tipo en 30 años.
Entre el público se encontraban muchos de los miembros del Congreso que aprobaron la legislación y familiares de algunas de las personas que murieron en tiroteos masivos, como los recientes ataques en Uvalde, Texas; Buffalo, Nueva York; y Highland Park, Illinois.
El proyecto de ley bipartidista se elaboró apenas unas semanas después de los tiroteos masivos de Uvalde y Buffalo en los que murieron más de 30 personas, entre ellas 19 niños en una escuela primaria.
La ley incluye disposiciones para ayudar a los estados a mantener las armas fuera de las manos de quienes se consideran un peligro para sí mismos o para los demás. También bloquea la venta de armas a quienes hayan sido condenados por abusar de sus parejas, incluso si no están casados, y reprime la venta de armas a compradores condenados por violencia doméstica.
El proyecto de ley sobre armas se presentó la misma semana en que la Corte Suprema amplió los derechos de los propietarios de armas.
El control de las armas ha sido durante mucho tiempo un tema de división en el país y varios intentos por poner nuevos controles a la venta de armas han fracasado una y otra vez.
(Con información de Excélsior)