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Una medida que reclamaba la oposición, pero también algunos socios parlamentarios. El jefe gobierno español, Pedro Sánchez, anunció una nueva reducción del IVA, ahora del gas del 21% al 5%, apremiado por la proximidad de un otoño “difícil” por la incertidumbre que genera la guerra en Ucrania.
Con un horizonte de crisis por la prolongación de la invasión, Sánchez, en una entrevista a Cadena Ser, ha precisado que este recorte busca “bajar la factura de la calefacción de las familias españolas este otoño y en invierno”, en una política que busca “proteger siempre a la clase media trabajadora”
La medida entrará en vigor a partir octubre, se mantendrá hasta diciembre, aunque el presidente del Gobierno se abre a extenderla más en el tiempo en función de la evolución de la crisis inflacionaria en el país.
La defensa del poder de compra de las “familias españolas” es el objetivo que se ha planteado para esta Legislatura el presidente de gobierno, incluso tomando para cumplir con esas metas iniciativas que habían sido planteadas por su rival del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Esta nueva rebaja, es similar a la ya tomada, la disminución del IVA de la electricidad del 10 al 5%, decisiones que aplican a pesar de cierta resistencia europea desde Bruselas, donde dudan que sea muy eficaz para reducir la factura de los consumidores.
La reducción del impuesto al valor agregado del gas en 16 puntos porcentuales, era un punto que se le exigiría a Sánchez, cuando deba comparecer en el Senado el martes próximo. Feijóo tenía esta idea dentro de su propuesta económico que el presidente de los populares le elevaron en abril al jefe de la Moncloa, un documento que contemplaba una “minoración del IVA del gas y electricidad al mínimo permitido por la Unión Europea”.
Las bajas tributarias reflejan el problema de precio. La otra duda es el suministro. Reducir grados en la calefacción en los hogares europeos se traduciría en una reducción energética del 7% en el conjunto de la Unión Europea. Este es el objetivo de Bruselas cuando los planes de ahorro de los Estados miembros están comenzando a despegar.
El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo ha destacado el anuncio de Sánchez en sus redes sociales, aunque ha cuestionó que el titular del gobierno “sigue asumiendo a cuentagotas algunas medidas del PP tras criticarlas”. Además, destacó que “debería hacerlo cuanto antes y de forma decidida: llega tarde siempre a ayudar a los españoles”.
El PP en rigor propone otras iniciativas. Postulaba una auditoría del gasto público en electricidad, para establecer recortes, impulsar incentivos tributarios y créditos fiscales a las pymes que ahorran en energía, y también una moratoria de la vida útil de las centrales nucleares y una apuesta decidida por las térmicas.
En la entrevista, el presidente de gobierno aprovechó la oportunidad para precisar que el tope al gas impuesto en la denominada “excepción ibérica” logró un ahorro medio en la factura del 15%, hasta los 1.300 millones de euros desde que está.
Sánchez anticipó que el Ejecutivo no tiene previsto realizar cortes en el suministro de gas en España, como lo han hecho otros vecinos europeos. Muchos ya han dispuesto apagar monumentos, regular las temperaturas de los climatizadores, pedir un uso racional del agua caliente, entre otras tantas medidas.
Con este panorama, el gobierno español esta elaborando un Plan de Contingencia que tiene que enviar a Bruselas a finales de septiembre. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, se reúne este jueves con los grupos parlamentarios, y ya analiza propuestas de las comunidades autónomas para unificar medidas de ahorro energético.
Por último, Sánchez no descarta nuevas medidas. El presidente reconoció que será un año para luchar contra la crisis de precios de la energía. “La idea es que haya justicia fiscal, un reparto equitativo de las consecuencias de la guerra de Putin”, ha explicado.
(Con información de Infobae)
