jueves 2, mayo, 2024

Era David Lynch y yo ni en cuenta

De mi libro: ‘Historias de Actores’

Raúl Adalid Sainz

La cita fue muy temprano en aquellos viejos Estudios Churubusco. Entramos a un camerino inmenso improvisado. Ahí, un contingente de extras y yo, recibimos una cantidad de aditamentos, de vestuario, seríamos una especie de guerreros de una galaxia desconocida. Practicamos unas marchas marciales. El calor era agotante. Era un mes de abril, del entonces DF.  Las ropas gruesas. Un pesado abrigo negro y unas botas hasta las rodillas.

El español que dirigía el contingente era un patán, un tal «Cookie Rojas», recuerdo uno de sus gritos: «Entiendan ashles, reaccionen, están trabajando para Dino de Laurentis». Éramos tantos que el trato era impersonal, así mismo los gritos de aquel enloquecido.

Ya para las cinco de la tarde entramos al set del foro 4. La escenografía, la ambientación, era monumental, una especie de sala de un castillo. Vi una cámara de cine inmensa. En eso apareció un güero alto, era «Sting». Al poco tiempo hizo presencia un hombre con una gorra blanca que dejaba asomar unas canas por las sienes; era el director.

Hablaba relajadamente con el hombre de la cámara, sin duda el fotógrafo. Mi ignorancia cinematográfica desconocía quiénes eran. Tres años después en una reunión de amigos oí su nombre, se referían al director de una película que me había encantado: «Blue Velvet».

Vi su foto en la revista que hablaba de la película que hacíamos mención con aquel grupo de amigos, y dije, supongo asombrado, «Claro, era el director de «Dunas» en Churubusco, el de la gorra blanca». En ese momento me dije: «tu primera experiencia cinematográfica, siendo un extra, fue para el genial David Lynch». Tenía 21 años y mucho por aprender y vivir.

Hoy que lo recuerdo me da risa y me sorprendo de cómo es la vida. Lynch representa un alucine cinematográfico que me hace volar en imaginación. Han pasado muchos años de aquella experiencia en los Estudios Churubusco y me digo: «si hubieras sabido quién era: ¿qué le hubieras dicho? Yo creo que nada, hubiera sido mucha la impresión». Me digo en la contundente y reflexiva conclusión.

Esa experiencia iniciática fue el primer contacto con una cámara y con un director que es considerado como un genio clásico del séptimo arte. El fotógrafo con quien Lynch se ponía de acuerdo era Freddie Francis. Director y cinefotógrafo inglés, ya fallecido. Entre sus grandes cintas vistas por su cámara se cuentan: «Cabo de Miedo», «El Hombre Elefante», «Gloria», entre otras grandes películas.

«Dunas», fue filmada en 1983 en los Estudios Churubusco de la Ciudad de México y en locaciones del «Desierto de Samalayuca» en el Estado de Chihuahua.

Nota: El gran Lynch, tiene grandes filmes. Películas que son un agasajo para quienes gustan despertar su imaginación y construir con las premisas surreales que te da el director, tales como: «Lost Highway», «Mullholland Drive», «Salvaje de Corazón», «Blue Velvet», «Dunas». Y películas narrativas menos complejas, como: «El Hombre Elefante», y «Una Historia Sencilla».

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

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