viernes 22, noviembre, 2024

En el tintero 

Jessica Rosales

AMLO cierra su sexenio con la gasolina por los cielos: Otra promesa incumplida

El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder en 2018 con un discurso que prometía poner fin a los abusos del pasado, combatir la corrupción y, entre muchas otras cosas, no aumentar el precio de la gasolina. Sin embargo, mientras se aproxima el final de su mandato, esa promesa clave, tan repetida durante sus mañaneras, se ha desmoronado. 

El precio de la gasolina no solo ha subido, sino que ha alcanzado niveles históricos. En estados como Coahuila, la situación es crítica, con precios que superan los 25 pesos por litro de Magna y los 27 pesos para la Premium. Es claro que la política energética de AMLO ha fracasado en este aspecto, dejando a millones de mexicanos con la amarga realidad de una gasolina más cara que nunca.

Uno de los grandes estandartes de la «Cuarta Transformación» fue la construcción de nuevas refinerías, encabezada por el faraónico proyecto de Dos Bocas, una obra que AMLO aseguró que permitiría la autosuficiencia energética de México. Sin embargo, la refinería “Olmeca”, cuyo inicio de producción fue encabezado en agosto, ha demostrado ser otra promesa que no se ha materializado en beneficios reales para los ciudadanos.

Coahuila es un claro ejemplo de cómo las promesas de López Obrador se han convertido en desilusiones. Los datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) indican que en agosto de 2024 se registraron los precios más altos en la historia de la entidad. Desde enero, el precio de la gasolina ha batido récord tras récord, y Coahuila pasó de ser uno de los estados con la gasolina más barata a ubicarse en los niveles más altos.

La gasolina regular se vendió a un promedio de 23.91 pesos por litro, mientras que la Premium alcanzó los 26.11 pesos. A pesar de estos precios escandalosos, la situación en Coahuila no es la peor a nivel nacional. En otros estados, como Nuevo León, la Premium ya supera los 27 pesos por litro, y en Baja California Sur, la regular ha alcanzado los 24.05 pesos por litro.

Hace apenas dos años, López Obrador se jactaba de que la gasolina en México era más barata que en Estados Unidos. Incluso aseguró que los automovilistas del país vecino cruzaban la frontera para llenar sus tanques en México. Hoy, esa narrativa parece una historia lejana y casi irrisoria. Actualmente, la gasolina regular en México es un 50% más cara que en Estados Unidos, con una diferencia de más de 7 pesos por litro.

El gobierno, en un intento por amortiguar el golpe, reintrodujo estímulos fiscales a la gasolina, pero el daño ya está hecho. Los precios están en niveles inalcanzables para muchos mexicanos, especialmente en un contexto donde los salarios no han crecido al ritmo de los incrementos en los energéticos.

Con el cierre del sexenio de AMLO, lo que queda es una serie de promesas incumplidas. La autosuficiencia energética, la reducción de los precios de la gasolina y la construcción de refinerías eficientes han resultado ser espejismos. López Obrador cierra su mandato dejando una gasolina más cara que nunca, afectando directamente a millones de familias y pequeños empresarios que dependen del combustible para sus actividades diarias.

La refinería Dos Bocas, lejos de ser la solución prometida, ha sido un símbolo del descontrol y la mala planeación. La política energética del gobierno, con su énfasis en proyectos faraónicos en lugar de soluciones concretas y de largo plazo, ha dejado una herencia de ineficiencia y frustración.

Con Claudia Sheinbaum preparándose para tomar las riendas del país, muchos se preguntan si la política energética será corregida o si continuaremos viendo un aumento desmedido en los precios del combustible. En agosto, al acompañar a López Obrador a inaugurar Dos Bocas, Sheinbaum hizo la misma promesa de que no subirían los precios de la gasolina, hacerlo como están en la actualidad sería una locura.

En resumen, AMLO cierra su sexenio con una de las promesas más importantes —la de no subir el precio de la gasolina— completamente rota. Los mexicanos enfrentan un futuro incierto en el que, si no se corrigen las políticas energéticas, el precio de la gasolina seguirá subiendo, afectando aún más la economía de las familias. Otra promesa incumplida más que marcará su legado.

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