sábado 23, noviembre, 2024

EN EL TINTERO

Jessica Rosales

Inconformes

Mientras el PRI le hacía el trabajo el PAN en Coahuila, parece que todo estaba en paz, pero ahora que se han mostrado como huérfanos electorales las cosas no andan bien. Su dirigente local, Elisa Maldonado, no ha logrado liderar el barco, pues quien manda en ese partido son los mismos de siempre avalados hoy por el dirigente nacional Marko Cortés.

Y es que el desacuerdo entre políticos, pero además amigos de muchos años, ha salido a la luz y se hizo público. Por años los amigos de Memo Anaya se han beneficiado con cargos, notarias y magistraturas, como lo vimos en el acuerdo que exhibió Marko Cortés.

Memo, quien tiene cercanía e influencia con el líder nacional, exigía para Bernardo González su ratificación como magistrado, y hay que decir que antes de eso, hace algunos años, negociaron su posición en el Poder Judicial.  No se olviden también que en la administración estatal de Enrique Martínez y Martínez recibieron su Fiat notarial, la entonces panista Karla Samperio, Jesús de León Tello y Guillermo Anaya.

Aunque Memo Anaya renunció en ese momento a este beneficio por las críticas generadas, varios sexenios después, con más precisión en la pasada administración estatal aceptó el regalo y hoy es notario. Chuy de León sí mantuvo su premio, además fue diputado local, y dirigente del PAN en Coahuila, recientemente obtuvo por la Comisión Estatal de su partido la candidatura plurinominal a una diputación federal.

Sin embargo, el gusto le duró poco, pues según el propio Chuy, Marko Cortés impuso en esa posición a Marcelo Torres Cofiño, otro cercano a la dirigencia nacional, lo que desató el conflicto al interior.

“Guillermo Anaya y Marcelo Torres se condujeron bajo acuerdos y faltando a la palabra, decidieron ir en contra de lo que el panismo coahuilense ya había votado, al otorgarme su confianza para representar a Coahuila en la Cámara de Diputados”, escribió Chuy de León en un comunicado a la opinión pública.

El PAN en Coahuila enfrenta desde hace años una severa crisis, militancia que fue expulsada porque los mismos de siempre, esos de los que hoy hablamos, decidieron que no querían a esos personajes y los sacaron, algunos con proceso, otros que simplemente se fueron.

Héctor Horacio Dávila, Óscar Mohamar Dainitin, Rosario Jiménez, Miguel Wheelock, Ignacio Corona, Chuy Dávila y Narciso Mendoza, por mencionar solo algunos de los que salieron del albiazul en diferentes momentos, pues en la dirigencia de Chuy de León expulsaron como a 400.

Qué recuerdos para los panistas aquellos tiempos en que lideraba un Luis Ramírez Ríos en 1996 cuando el PAN ganó 10 municipios y gobernaba el 76 por ciento de la población coahuilense, obtuvo municipios como Torreón y Saltillo, 10 diputados locales, siete de mayoría y tres plurinominales. Por cierto, aquí es donde empezó Memo Anaya.

En el 2000 con Rosendo Villarreal cuando se lograron cinco diputaciones federales y dos Senadurías, y en el 2006 con Esther Quintana Salinas que se obtuvieron importantes triunfos, luego con Carlos Orta, aunque menos espacios con buenos resultados.

Hoy el PAN está en declive, pasó de ser el principal opositor de los gobiernos priistas a la cuarta fuerza política en el estado, y hoy corre el riesgo hasta de perder el registro.

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