viernes 22, agosto, 2025

En el tintero 

Jessica Rosales

La apuesta de Sheinbaum para acabar con los apagones

Los apagones han sido, en los últimos meses, una sombra constante que recorre al país y que, en estados industriales como Coahuila, representan mucho más que una incomodidad: son un riesgo para la competitividad y el crecimiento económico. 

Por eso, el anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum durante la mañanera de este jueves de invertir 8 mil 177 millones de dólares en la modernización de la Red Nacional de Transmisión no solo llega como una buena noticia, sino como una respuesta urgente y necesaria a las deficiencias de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La magnitud del proyecto es histórica, se construirán 275 nuevas líneas de transmisión y 524 subestaciones eléctricas en todo el país, lo que permitirá dar estabilidad a una red que hoy es incapaz de responder a la demanda creciente de hogares, comercios e industrias. La presidenta fue clara: se busca evitar los apagones constantes que afectan tanto la vida diaria como la atracción de inversiones.

La inversión no es generalizada ni dispersa, está enfocada en los estados que hoy son motores económicos y al mismo tiempo epicentros de los apagones. En la lista destacan Coahuila, Guanajuato, San Luis Potosí, Sonora, Baja California, Veracruz, Oaxaca y Chiapas.

Para la zona norte, donde Coahuila concentra corredores industriales estratégicos, se contemplan 69 proyectos que fortalecerán la capacidad de transmisión y darán certidumbre a la instalación de nuevas plantas productivas. En el Bajío, las obras se enlazarán con las centrales de Salamanca y Villa de Reyes, mientras que en el sur se priorizarán estados como Oaxaca y Veracruz, donde la congestión de la red ha generado apagones críticos.

Incluso, en la península de Baja California se avanza ya en la interconexión entre Sonora y Mexicali, lo que permitirá integrar a esa región al sistema nacional. Todo esto con tecnología de última generación, desde transformadores digitales hasta sistemas de monitoreo remoto para detectar y corregir fallas.

Hay que decirlo, la CFE se había rezagado en su capacidad de garantizar un servicio eléctrico confiable, especialmente en regiones donde la demanda creció más rápido que la infraestructura. Hoy, con esta inversión, el gobierno federal parece reconocer la magnitud del problema y plantea una solución integral.

Es positivo que la presidenta Sheinbaum ponga sobre la mesa una estrategia que no solo promete estabilidad, sino que asegura que las tarifas no subirán más allá de la inflación. En este sentido, se trata de una respuesta responsable y con visión de largo plazo.

En este escenario también debe reconocerse la labor de los gobiernos estatales que han insistido en la urgencia de estas soluciones. En el caso de Coahuila, el gobernador Manolo Jiménez Salinas ha sostenido encuentros recientes con la presidenta, en los que la coordinación y la gestión de proyectos estratégicos han sido temas prioritarios.

Tan solo hace unos días, ambos anunciaron un proyecto agropecuario para fortalecer la producción en el estado, lo que refleja que la relación entre Coahuila y la Federación está generando resultados concretos. No es descabellado pensar que estas reuniones y la interlocución directa con la Presidencia también hayan abonado a que la entidad sea considerada en este gran plan de modernización eléctrica.

La inversión anunciada abre la posibilidad de dejar atrás una etapa marcada por la incertidumbre eléctrica. Pero el reto apenas comienza: que los proyectos se ejecuten sin retrasos, sin corrupción y con la eficiencia que un país como México necesita.

Para Coahuila, esta oportunidad es doble: no solo tendrá mejores condiciones para sus industrias y hogares, sino que podrá consolidarse como un polo energético estratégico para el desarrollo nacional.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha dado un paso correcto al responder con hechos a una de las principales fallas de la CFE. Y Coahuila, con la gestión de su gobernador, aparece en el centro de este mapa de oportunidades. Lo que queda ahora es vigilar que la chispa de esta inversión en verdad encienda un futuro más confiable y competitivo.

Compartir en: