lunes 31, marzo, 2025

EMBAJADORES GRINGOS GOLPISTAS

Luis Alberto Vázquez Álvarez

Los Estados Unidos de América, desde su surgimiento han tratado de imponer su imperialismo económico, militar y político en todo el mundo, especialmente en Latinoamérica. Han utilizado diversos artilugios como invasiones armadas, México ha sufrido varias (1846-47, 1914 y 1916-17) y América Latina docenas. Otro esquema es colocar gobiernos “Gorilas” dependientes de su voluntad; educar en sus universidades a personas latinas que luego proyectan a puestos de elección popular o en grandes empresas y, especialmente, mantener una vigilancia estrecha de la política doméstica a través de sus embajadores que son una punta de lanza que oscila desde el espionaje hasta la intromisión directa en la política de cada país, apoyando conflictos internos, alentándolos, subsidiándolos y hasta promoviéndolos,

En nuestro país la primera acometida ocurrió al consumarse la independencia y lo encabezó Joel Roberts Poinsett: primer ministro plenipotenciario (1825 a 1829), quien ya desde 1822 promovió las relaciones entre México y USA, mostrando enorme interés por nuestros territorios del norte. Destacados historiadores serios aseguran le pidió al Emperador Iturbide entregarlos a Estados Unidos a cambio de asegurarle su permanencia en el trono. Al negarse a dividir su vasto imperio el monarca, Poinsett negocio con los liberales el derrocamiento de Iturbide y la aparición de una república federal idéntica en nombre, estructura y gobierno a USA.

Poinsett trabajó para asegurar los intereses comerciales y políticos de Estados Unidos en México. Primero, en 1832, pretextando fijar las fronteras, proyectó el cómo apoderarse de una parte de México. Se enfocó en la expansión de la influencia estadounidense y bajo la presidencia de Martin Van Buren, (1837-1841), como secretario de Guerra, supervisó la expansión y modernización del ejército estadounidense, preparándolo para convertirlo, por “Destino Manifiesto”, en amo del mundo. Negoció con los texanos anexarlos a USA y propiciar la guerra contra México a fin de lograr su sueño de que los territorios del norte se convirtieran en su propiedad como sucedió en 1848. Poinsett además se robó la mítica flor mexica “Cuetlaxóchitl” (Nochebuena), dándole el nombre de =poinsettia=.

Henry Lane Wilson, embajador norteamericano en México de 1909 a 1913, durante su gestión ocurrió la caída de Porfirio Díaz que lo había mimado con bienes y dinero y el triunfo del movimiento Maderista. Cuando Francisco I. Madero llegó al poder, Wilson se involucró en la política mexicana jugando un papel crucial en su derrocamiento. Desde el primer momento tomó partido a favor de los neoporfiristas insultando al revolucionario llamándolo “Loco” “Cómplice de asesinos y ladrones como Villa y Zapata”. En 1913 se alió a Félix Díaz y a Victoriano Huerta con el “Pacto de la Embajada” para que el ejército traicionara al presidente, lo apresara y finalmente les diera muerte a Madero y Pino Suárez, permitiendo llevar al poder a Victoriano Huerta y sumir al país en una violencia que costó cientos de miles de muertos.

Durante la Decena Trágica este gringo golpista reunió a los embajadores Francis W. Stronge de Inglaterra, Paul Von Hintze de Alemania, y Bernardo J. Cólogan y Cólogan de España para presionar a Madero, argumentando que su renuncia era necesaria para restaurar el orden y proteger los intereses extranjeros en México. Este embajador americano fue protagonista primordial en uno de los episodios más oscuros de la historia mexicana tan golpeada por los intereses gringos.

James R. Sheffield; embajador norteamericano de 1924 a 1927, se vio envuelto en la turbulenta política mexicana de las elecciones 1928 cuando apareció el 3 de octubre de 1927 en Huitzilac, Morelos, en la conocida «Masacre de Huitzilac» donde fue asesinado el Gral. Francisco Serrano, un opositor del presidente Plutarco Elías Calles y al candidato presidencial oficial, Álvaro Obregón. Sheffield no actuó directamente, pero si obró por omisión al negarse a proteger a Serrano minutos antes de que las fuerzas obregonistas lo asesinaran.

Ahora llega Ronald D. Johnson: nuevo embajador de USA en nuestro país; aparece en momentos cruciales cuando Trump arroja lodo a todo el mundo y en especial a México. Su trayectoria denota una carrera de represiones en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y en el ejército de Estados Unidos. Se ha distinguido por su dureza y hasta crueldad; estrechamente vinculado con las autoridades salvadoreñas reduciendo la violencia y la migración ilegal con métodos brutales.

Ya los prianistas le lanzan loas como lo hicieron los neoporfiristas a H.L. Wilson.

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