sábado 21, septiembre, 2024

ELLOS PERDIERON LA ESTRELLA DEL CAMINO

(DE CÓMO EL ACTOR PUEDE SER COMO LOS REYES MAGOS)

Raúl Adalid Sainz

Si algo me maravilla del misterio de los Reyes Magos es cuando

perdieron la estrella que guiaba el camino en donde había

nacido el niño redentor.

Siguieron adelante guiados sólo por el radar de la fe, hasta

que, gracias quizá a ese tesón, la estrella volvió a refulgir. Descifrar este subtexto de vida me parece fascinante. Probablemente

porque los actores vivimos ese constante mundo en que tus

logros fundamentales o búsquedas están regidas por decisiones

de terceros. Por el azar del capricho.

Al tardar en conseguir tus anhelos, muchas veces se pierde

la fe, se flaquea, se oculta la luz en la tiniebla. Entonces muchos

colegas tiran la toalla. La fe es esa perseverancia y ese creer que

alcanzarás tu tierra prometida, aunque te encuentres como los

reyes en medio de la noche y en esa oscuridad hayas perdido la

estrella que guiaba.

Esa llegada a Belén, al pesebre pobre, me arroba gratamente. Es el arribo a la adoración a nuestro propio rey, a nuestro bebé que debe nacer, ese chiquitín interior que es nuestra posibilidad para salvarnos, para encontrarnos. Dar con él cuesta mucho, se debe padecer, se debe estar muchas veces en

penumbra.

Y en esa noche de la nada anhelar cual huérfano la luz cósmica

de la protección. Ese numen que nos hará mejores seres humanos

y por ende mejores actores. La humildad venciendo al vano y

hueco egoísmo. Seamos cual los reyes en medio de ese desierto; al

final veremos nuevamente esa estrella señalando el camino hacia

nuestro niño del pesebre. Preparemos nuestra mirra, incienso y

oro: será nuestra propia ofrenda de renacimiento.

En algún lugar de México Tenochtitlan

Compartir en: