domingo 24, noviembre, 2024

El sucesor

“La guerra es el arte del engaño”

Sun Tzu. El arte de la Guerra

Javier López M.

El Presidente AMLO elegirá su sucesor basado en su afinidad ideológica y la encuesta será la forma de legitimarlo.

Nada es más importante para un presidente de la república que nombrar su sucesor, acertar en el nombramiento significa garantizar la continuidad del proyecto como si estuviera gobernando él mismo, durante seis años más. Aunque 24 años es el número ideal de todo presidente que desea culminar su obra.

Acertar no es fácil, la historia así lo demuestra; el presidente ha estado haciendo malabares, movimientos hacia atrás y hacia adelante, ha generado apariencias, ha pintado rayas, ha hecho estratagemas ha hecho fintas y quiebres de último momento para burlar a sus amigos y a sus enemigos, en la selección del candidato.

Los juegos de poder por parte del Presidente, no han cesado.

Cuando el presidente empezó a jugar el juego del destape, Monreal tomó la delantera, pero AMLO lo descarriló en el camino. El enfrentamiento duró más de la cuenta, pero el presidente terminó por replegarlo.

Le hizo un guiño a Claudia Sheinbaum, casi la presentó como la sucesora indiscutible, y para cerrar la pinza, Sheinbaum, en las encuestas rebasaba una preferencia del 50%. Inalcanzable. Claudia sigue en la punta, pero ya nadie esta tan seguro de que ella sea.

El Presidente, dejó que Marcelo Ebrard “robara” cámara en el exterior y este ahora siente que él puede ser. Pero nadie está más lejos de la candidatura que Ebrard.

Y Noroña al ver que el presidente daba el banderazo de salida y que no le hacían un giño a nadie más, él mismo se hizo un lugar en la línea de salida a “gritos y a sombrerazos”. Ahí está.

Después de que la lista estaba completa, el Presidente “mete la mano al sombrero” y saca uno más: Adán Augusto.

Y el Presidente lo vuelve hacer, cuando acto del mago se ha terminado se saca de la manga al ex gobernador de Chiapas Manuel Velasco.

Ahora son seis: Monreal, Claudia, Marcelo, Noroña, Adán Augusto y Manuel Velasco.

¿Quién de todos puede ser?

Nadie sabe. Solo él. Esto significa que el Presidente ganó la partida del destape. Nadie sabe, nadie supo. El sucesor será el que él quiera y se destapará cuando él lo decida.

Mi apuesta es que el Presidente definirá su sucesor ante todo por afinidad ideológica. El Presidente elegirá a quién tenga un espíritu como el de él, igual a de él, semejante al de el: un espíritu proletario.

Los espíritus son las filosofías que tenemos de la vida, visiones con las cuales tomamos decisiones y hacemos nuestras prácticas sociales y políticas, estos se agrupan en espíritus proletarios, espíritus pequeñoburgueses y espíritus burgueses. Los primeros aman las clases bajas, los segundos las clases medias y los terceros las clases altas.

El espíritu pequeñoburgués, se divide en dos: el espíritu de clase media baja y el espíritu de clase media alta. El espíritu de clase media baja ama la clase baja y el espíritu de la clase media alta, ama la clase alta.

Entonces la pregunta es. ¿Cuál es el espíritu de los aspirantes? ¿Cuál puede ser el sucesor?

A mi juicio, Monreal tiene un espíritu proletario, pero se adelantó el banderazo de salida. Él podía ser, pero se adelantó a los tiempos del Presidente. Quiso imponer la agenda, donde la agenda la pone el Presidente. Y el presidente no se lo perdonó.

Claudia Sheinbaum tiene un espíritu pequeñoburgués de clase media baja, ella es una buena opción para el Presidente, AMLO abrazaba la idea de que Claudia Sheinbaum una política e intelectual que le hace caso en todo, pudiera proteger la clase baja y la clase media baja; pero Sheinbaum no ha podido con la derecha. No es la persona para esta coyuntura donde la derecha está en su clímax.

Marcelo Ebrard, tiene un espíritu pequeñoburgués de clase media alta, la llegada de Ebrard al poder, correría el riesgo de un retroceso del proyecto del Presidente, Ebrard se movería entre la clase media alta y la clase alta. Ebrard no tiene ninguna posibilidad. La distancia entre el espíritu de Marcelo y López Obrador es de lado a lado. 

Gerardo Fernández Noroña, tiene un espíritu proletario, él podría ser, pero necesita partido, el PT es un partido muy pequeño y también necesita espacios de resonancia superiores a las cámaras de Diputados y a la cámara de senadores. Noroña debe probar su capacidad de estadista en los grandes problemas nacionales y/o en el concierto mundial. Mientras no sea así, Noroña no puede ser.

Adán Augusto, tiene un espíritu proletario, no le gustan los reflectores si no son necesarios, es efectivo en sus tareas, disciplinado en su trabajo, tiene experiencia y puede contener la derecha en la coyuntura actual. No le va temblar la mano para dar continuidad a los proyectos del Presidente de la República ni para enfrentar a la derecha. La coyuntura lo favorece. Y “los rayos del sol” están apuntando hacia él, con una fuerza inusitada. Adán Augusto puede ser el candidato del Presidente AMLO.

Manuel Velasco, de espíritu Burgués, ideológicamente no se encuentra lejos del espíritu proletario de AMLO, se encuentra muy lejos a “cien años luz” del espíritu del presidente. Entonces ¿qué hace ahí un burgués que pertenece a unos de los partidos con menos representación en el país? A mi parecer va a segmentar la cuota de poder de Ebrard con el apoyo del Rey. A cambio de Diputaciones, senadurías y su existencia como partido.

Al final son solo dos: Claudia Sheinbaum y Adán Augusto.

Javier López Medina, es licenciado en Economía, en Estadística y tiene Maestría en Administración y Políticas Públicas

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