miércoles 19, marzo, 2025

El legado de Manuel Buendía: periodismo y narcotráfico en México

Jorge Torres Castillo

Hace casi 40 años, Manuel Buendía fue asesinado por ejercer un periodismo valiente y comprometido. Buendía denunció los vínculos entre el narcotráfico, la política y las agencias de inteligencia extranjeras. Su columna «Red Privada» se publicó en más de 200 periódicos en México, convirtiéndose en un referente del periodismo de investigación.

Hoy, en un contexto donde la censura y el miedo prevalecen, una columna como la de Buendía sería impensable en los medios tradicionales. Sin embargo, su voz es más urgente que nunca. En este blog, recuperamos su legado, su voz y su impacto. Además, presentamos una columna inédita, recreada con inteligencia artificial a partir de un profundo estudio de su estilo, retórica y visión periodística de Buendía.

La Influencia de Buendía en el Periodismo Moderno

El Legado de Buendía en el Periodismo Actual

Buendía escribió en La Prensa, El Día, El Universal y Excélsior, siempre con una pluma afilada contra la impunidad. Investigó la infiltración de la CIA en México, la corrupción en la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y los nexos del narcotráfico con el poder político. Su asesinato en 1984 no fue solo un crimen; fue un mensaje para silenciar a quienes se atreven a exponer la verdad. Pero el legado de Buendía perdura.

En la década de 1980, figuras como Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como «El Padrino», lideraban el narcotráfico en México, operando con la complicidad de funcionarios corruptos. La DFS, dirigida por personajes como Miguel Nazar Haro y José Antonio Zorrilla Pérez, fue señalada por sus vínculos con el narcotráfico y la protección a cárteles emergentes.

Hoy, Buendía sigue siendo un símbolo de lucha y resistencia en el periodismo.

El legado de Buendía nos enseña la importancia de un periodismo libre y valiente.

En la actualidad, la situación no es menos compleja. Bajo la administración del presidente Donald Trump, la CIA ha intensificado operaciones de vigilancia en México, utilizando drones para espiar a los cárteles de la droga. Estas acciones han generado tensiones con el gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha minimizado los informes sobre vuelos encubiertos de drones estadounidenses en territorio mexicano.

Una columna que podría ser publicada hoy

Como ejercicio de memoria y reflexión, hemos recurrido a la inteligencia artificial para revivir la voz de Buendía. Esta no es una simple imitación, sino una reconstrucción basada en un análisis detallado de su obra. La columna que leerás a continuación no es una predicción de lo que Buendía escribiría hoy, sino un eco de su pensamiento en el México de 2025.


Red Privada: El narco, la CIA y la nueva farsa de Trump

Así como Buendía iluminó la corrupción, debemos hacer eco de su voz.

El periodismo, al igual que el legado de Buendía, es un pilar fundamental para la democracia.

Por Manuel Buendía (†)

México siempre ha sido un teatro de operaciones, un tablero donde las piezas no se mueven solas. Desde los años 70, cuando documenté la intervención de la CIA en México, quedó claro que el narcotráfico no era solo un problema de criminales en las calles, sino un negocio orquestado desde las más altas esferas del poder.

Hoy, casi 40 años después de mi asesinato, la historia sigue igual. Donald Trump, ese exmandatario de modales toscos y retórica incendiaria, ha vuelto a poner sobre la mesa la idea de declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. ¿Es esto una estrategia para detener la violencia? No. Es, como siempre, una cortina de humo para justificar intervenciones, aumentar el control sobre México y, de paso, alimentar la industria de guerra que sostiene al imperio estadounidense.

La historia de la complicidad

No es la primera vez que los gringos manipulan el narcotráfico para sus propios fines. En los años 80, mientras yo denunciaba la infiltración de la CIA en México, la propia agencia negociaba con cárteles para financiar guerras sucias en Centroamérica. Era la época de la Operación Cóndor, de la DFS protegiendo narcos y de oficiales corruptos que trabajaban más para Washington que para la nación.

Es menester recordar siempre el legado de Buendía y su incansable búsqueda de la verdad.

¿Algo ha cambiado? Sí, los nombres. Pero la estructura sigue intacta. Los cárteles de hoy no podrían operar sin la misma protección que existía en mi época. Gobiernos van, gobiernos vienen, pero la red de complicidades persiste.

Terrorismo, la nueva excusa

Declarar a los cárteles como organizaciones terroristas no tiene nada que ver con la seguridad. Es un pretexto para militarizar aún más la relación México-EE.UU. y, si fuera necesario, abrir la puerta a una intervención militar «legal». El Pentágono ya ha usado este argumento antes en Medio Oriente, donde la «guerra contra el terrorismo» terminó en invasiones, golpes de Estado y saqueo de recursos naturales.

¿Realmente cree alguien que Trump está preocupado por las familias mexicanas que mueren en la violencia? Si así fuera, su gobierno habría dejado de armar a los cárteles, de facilitar operaciones como Rápido y Furioso, de permitir que el fentanilo cruce sus fronteras con total impunidad.

El verdadero peligro: la sumisión

El problema no es Trump ni la Casa Blanca. El verdadero peligro es un gobierno mexicano que se doblegue ante esta narrativa, que acepte la militarización disfrazada de cooperación. La soberanía no es un discurso de campaña, es un principio que se defiende todos los días, con hechos, no con declaraciones vacías.

¿Dónde está el periodismo de verdad? ¿Dónde están los funcionarios con dignidad? La respuesta está en las fosas comunes, en los expedientes clasificados, en la impunidad que persiste.

A mí me mataron por decir esto. Hoy, ¿quién se atreverá a escribirlo?

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