domingo 24, noviembre, 2024

DOGMA DE FE

Esto ya pasó en Venus 

Marcos Durán Flores 

Hace muchos, pero muchos años, existió un mundo que se parecía al nuestro. Tenía vastos océanos y una atmósfera potencialmente amigable para que la vida se desarrollara. Así se mantuvo por casi mil millones de años hasta que un mal día las cosas empezaron a cambiar y luego todo salió terriblemente mal. Ese planeta es Venus, nuestro vecino, el segundo desde el Sol y nombrado así en honor de la diosa de la mitología romana, del amor, de la belleza y la fertilidad. 

Pero, ¿por qué Venus se convirtió de un paraíso a un infierno? Hay quienes creen que fue a causa de su cercanía al sol, pero no es así, ya que Mercurio, el planeta más cercano al astro rey, tiene una temperatura de 179 grados Celsius y la de Venus es de 465 grados, suficiente para fundir plomo en su superficie. 

Los científicos creen que fueron sus volcanes que empezaron a emitir inmensas cantidades de dióxido de carbono y entonces todo se empezó a cubrir de gruesas nubes de ácido sulfúrico. Su atmósfera se llenó y esto impidió que la luz del sol escapara, pero el sol continuaba emitiendo radiación que llegaba a su superficie. 

El suelo al calentarse emite radiación hacia arriba, sin embargo, el CO2, que dejó pasar la radiación del Sol, no es transparente a la luz infrarroja y, por lo tanto, la refleja de regreso a la superficie de Venus. La energía ya no pudo escapar y el resultado fue el infierno. 

En 1982, los soviéticos enviaron una sonda de nombre Venera 12, la cual tomó las primeras imágenes de la superficie venusina. Resistió apenas 127 minutos de la infernal Venus antes de consumirse. 

Y luego de mucho tiempo de investigaciones, un grupo de astrónomos descubrieron entre sus nubes, la presencia aparente de fosfina, una molécula que solo se crea por microbios. De inmediato, algunos especularon la probable presencia de algún indicio de vida, pero la verdad es que, con las condiciones actuales del planeta más caliente de nuestro Sistema Solar, resulta imposible. 

Jane Greaves, astrónoma de la Universidad de Cardiff en Inglaterra y autora principal del artículo científico que publicó la revista Nature Astronomy, se preguntó si la fosfina, como compuesto natural y relacionado con la vida y que sea probable la vida microbiana en forma de esporas en el aire de Venus. Este descubrimiento captó la esperanza de científicos y astrónomos de todo el mundo. 

Y es que de inmediato se despierta el entusiasmo mundial, pues seguimos con la búsqueda de un planeta a donde emigrar una vez que hayamos terminado con la tierra. Venus es precisamente el ejemplo de lo que estamos haciendo mal. 

Usted sintió el aumento en la temperatura estas semanas. Las aguas oceánicas se están calentando, intensificando el cambio climático causado por el hombre. Los científicos están asombrados no solo por cuánto se han calentado las aguas durante el último mes, sino también por qué tan temprano en el año está ocurriendo la ola de calor.  

Eso se agrava con las altas concentraciones de ozono, un gas que se forma en la atmósfera inferior de la Tierra, cerca del nivel del suelo, como resultado de una reacción química, en presencia de la luz solar y a causa de la contaminación. 

En el caso de México, “contaminado” por la política, se insiste en el uso de combustibles fósiles como gasolina y carbón. Sus promoventes con seguridad desconocen que la naturaleza no se preocupa por la política y simplemente hace su trabajo conforme a las normas bien establecidas descritas por la ciencia.  

Así que nuestro querido planeta azul va sobre la misma ruta de Venus, un mundo en donde el cambio climático fue causado por la naturaleza, pero en el caso de la Tierra, además de la naturaleza, estamos los humanos, una especie que por milenios se adaptó para poder sobrevivir y que hasta hace poco había encontrado siempre la solución a sus problemas. 

Pero hoy, aun en contra de nuestro propio riesgo, ignoramos las reglas básicas de la naturaleza y reaccionamos mal y en forma tardía, lo que pone en duda la siempre cuestionable “inteligencia humana”, una inteligencia que deja de lado la evidencia de alertas tan graves como el calentamiento de la Tierra o la concentración de CO₂ como el que volvió un infierno a Venus.  @marcosduranf

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