Marcos Durán Flores
1984, el año de que marco la historia del cine actual
1984 no es solo el nombre de la obra maestra del gran George Orwell. Fue un año, muy importante en términos de cultura pop, en especial para el cine. Y es que la década de los ochenta fue un movimiento artístico en sí mismo.
En 1984, Wes Craven dirigió una película imprescindible para todos los amantes del terror. Pesadilla en Elm Street, que contaba la historia de unos adolescentes que eran atormentados en Springwood, el epítome de los suburbios blancos estadounidenses. El monstruo era un hombre que solo existía en sus sueños. Un demonio llamado Freddy Krueger, que tenía un guante con cuchillas afiladas, atacaba a los adolescentes en sus pesadillas y los mataba en nuestro reino. No hace falta decir que fue la exitosa película responsable del nacimiento de New Line Cinema, un famoso estudio que, años después, produjo la franquicia de El Señor de los Anillos de Peter Jackson.
Gremlins fue la contribución al extraño mundo de la comedia para familias con algo más que una pizca de terror. Producida por Steven Spielberg, la película mostraba un pequeño pueblo invadido por criaturas que se entregaban al caos. La película terminó convertida en un clásico. Beverly Hills Cop cuenta la historia de un detective de Detroit que va a Beverly Hills para investigar la muerte de su mejor amigo. Protagonizada por el aún vigente Eddie Murphy, fue nominada al Óscar al mejor guion original, Beverly Hills Cop fue la película más taquillera de 1984, seguida de Los Caza fantasmas, que mezclaba terror y comedia en un ingenioso guion, una enorme franquicia que sigue viva hasta el día de hoy.
Otras películas de comedia estrenadas en 1984 incluyen las siguientes: Loca Academia de Policía, terrible, pero exitosa, Splash: filme Ron Howard protagonizada por Tom Hanks y Darryl Hannah sobre un joven que se enamora de una sirena, Indiana Jones y el Templo de la Perdición, la secuela de Spielberg de En busca del arca perdida, y fue también en 1984 en que se estrenó Karate Kid, donde un joven en desventaja de Los Ángeles se ve obligado a aprender karate y luego participar en un torneo en el que, increíblemente, resulta herido antes de ganar. La película dio origen a una enorme franquicia de artes marciales que sigue viva hoy en día, gracias a un resurgimiento de Netflix.
El mismo año, James Cameron estrenó Terminator, película de acción y ciencia ficción de los años 80, en la que un robot del futuro viajaba al pasado para matar a la madre de John Connor, Sarah. John es el líder de la resistencia en el futuro cuando los humanos tienen que rebelarse contra las máquinas. 40 años después, sigue siendo aclamada por los críticos.
Ese año, David Lynch estrenó su versión de Dune y entró en un universo de ciencia ficción que no sería revisitado hasta décadas después por Denis Villeneuve. Fue un fracaso de taquilla, pero ganó seguidores de culto entre los fanáticos que entendieron que no se trataba de una película puramente lynchiana ni de una epopeya de ciencia ficción. En la misma línea, John Carpenter hizo Starman, la fantasía romántica sobre un extraterrestre que se enamora de una mujer. La película, que le valió a Jeff Bridges una nominación a los premios de la Academia.
Por su parte, Prince protagonizó Purple Rain, una declaración musical y de moda que todavía hoy se considera una pieza notable de los 80. Ganó un premio de la Academia y recaudó más de 70 millones de dólares en taquilla con un presupuesto de 7 millones. Otros «musicales» incluyeron Footloose, protagonizada por Kevin Bacon como el joven que usa el baile para cambiar a toda una ciudad.
Por último, los dramas a gran escala como Amadeus, The Natural, The Killing Fields y Once Upon a Time in America fueron extremadamente importantes para hacer de 1984 un gran año para películas que sacudieron a la Academia y ganaron el Óscar. No fueron exactamente grandes éxitos comerciales que rompieron la taquilla, pero en un año en el que las películas de género dominaron la industria, diferentes enfoques hicieron de 1984 un punto singular de la década.
Sé que soy parcial, pero durante esa década el cine fue mi vía de escape y mi pasión. Muchas de las películas que he mencionado fueron, por decir lo menos algo tontas, pero aun así fueron grandes películas de su época.
@marcosduranfl