jueves 5, diciembre, 2024

Dogma de Fe 

Marcos Durán Flores

1984, el año más grande de la música

Si bien las advertencias distópicas de la novela visionaria de George Orwell, Mil novecientos ochenta y cuatro, no se habían cumplido del todo, en 1984 reinaban la alienación, la desilusión y la desesperación. El miedo a la destrucción nuclear estaba en su punto más alto, la epidemia del sida seguía propagándose y la venta encubierta de armas a Irán por parte del gobierno de los Estados Unidos había quedado al descubierto como un plan ilegal. Sin embargo, en 1984, Ronald Reagan insistió en que era “el amanecer en Estados Unidos” y fue reelegido para la Casa Blanca por una mayoría aplastante sin precedentes. 

En la música de ese año, estos tiempos inquietantes se reflejaron en una sensación generalizada de que todo estaba en juego: la identidad de género (Boy George, Annie Lennox), los roles sexuales (Madonna, Prince), incluso la definición del rock and roll en sí (Van Halen añadiendo sintetizadores en el álbum de 1984, el remix de 12 pulgadas de Arthur Baker de “Dancing in the Dark” de Bruce Springsteen). Apuntando hacia el futuro, el álbum debut pionero de Run-D.M.C. fue el primer álbum de rap en obtener el disco de oro, y surgieron nuevas corrientes de rock underground, desde el punk-funk descuidado de los Red Hot Chili Peppers hasta el desánimo culto de los Smiths.

Estos lanzamientos siguieron a dos eventos históricos que alteraron para siempre la escala y las ambiciones del pop: la difusión nacional de MTV y el triunfo del video de larga duración “Thriller” de Michael Jackson. Aunque no todas las estrellas del rock adoptaron de inmediato los videos musicales, en 1984, MTV estaba afectando a todo, desde la publicidad hasta el diseño de moda y el cine. A medida que los artistas aceptaron y aprovecharon este poder, desataron una abrumadora cantidad de verdaderos éxitos de taquilla. Prince y Purple Rain fueron en realidad un video musical de larga duración, y Born in the USA, que vio a un Springsteen renovado musicalmente hasta hacerlo “The Boss”. 

Fue el año del triunfo de Seven and the Ragged Tiger de Duran Duran y Private Dancer de Tina Turner, que después de años de luchar por establecer una identidad sin la ayuda de su exmarido y exlíder de la banda Ike Turner, su álbum «Private Dancer», fue un espléndido escaparate para su voz indestructible y su intensidad desgarradora. 

U2 logró su primer éxito en el Top 40 de Estados Unidos, “Pride (in the Name of Love)”, y Bon Jovi se abrió paso con “Runaway”. Tal vez el evento que mejor resumió el nuevo orden de 1984 fue la inauguración de los premios MTV Video Music Awards, en los que Madonna se retorció en el suelo con un vestido de novia mientras cantaba “Like a Virgin” ‑aunque siempre preferiré ‘Borderline’‑ ganando su lugar junto a Michael Jackson, Prince y Springsteen  en el Olimpo de la música pop de la época.

Fue el año del album «Heartbeat City» de The Cars y su maravilla de canción «Drive»,  «1984» de Van Halen y «Sports» de Huey Lewis and the News, Eurythmics con »Here comes the Rain Again» y el tiempo en que volvieron a triunfar grupos e interpretes ya consolidados como Queen »I Want to Break Free», el ex Commodore Lionel Richie con »Hello», Steve Perry que debutaba como solista con »Oh Sherrie»,  Kool and the Gang y »Cherish», Ray Parker Jr  con »Ghostbusters» y Donna Summer, también disfrutaron del éxito. 

Por su parte, el sentido visual creativamente perturbado de Cyndi Lauper se convirtió en una de las artistas más vendidas del año, y al menos uno de sus éxitos “Time After Time», se convirtió en un estándar instantáneo, gracias en parte a una entusiasta interpretación de jazz de Miles Davis. 

En la música pop romántica, el ex Genesis, el gran Phil Collins dio al mundo la que, para mí, es la mejor canción romántica de la historia: »Against All Odds» o como se le conoce comercialmente »Take a look of me Now». No muy lejos, otro inglés, el grupo Wham,  público »Careless Whisper». Por su parte, Billy Idol sorprendía con dos éxitos en los extremos de las preferencias musicales, »Eyes Without a Face» y »Rebel Yell».

Han pasado 40 años y no lo sé, tal vez haya habido años más grandes que 1984 en términos de reproducciones y ventas pura, pero mirando hacia atrás, 1984 marcó, para mí, el momento en que la música pop se hizo tan grande que su centro ya no podía sostenerse. 

@marcosduranfl

Compartir en: