martes 8, octubre, 2024

Dogma de Fe 

Marcos Durán Flores

La vida sin la música es sencillamente un error

Cada vez que los seres humanos se reúnen por cualquier razón, la música está ahí. Bodas, funerales y cualquier ceremonia religiosa, graduaciones, hombres marchando a la guerra, eventos deportivos, una noche en la ciudad o una cena romántica, la música está siempre presente. Todas las culturas y grupos sociales responden a ella y, aunque el tipo puede variar, los principios fundamentales son los mismos. Entonces, ¿por qué la música es tan universal que puede afectar profundamente a las personas?

La música es, y siempre ha sido, parte de la trama de la vida cotidiana y desempeña un papel tan vital en nuestra vida diaria que es la forma de expresar nuestros sentimientos y emociones; de escapar de la vida. Lo que nos da alivio en el dolor y gozo en la alegría. Algo que nos ayuda a reducir el estrés de la rutina diaria. La música es pasión, energía, alegría, tristeza, creatividad. La música es eterna. La música es amor, la música es alma y es también vida. Se trata de una de las mayores creaciones humanas en el transcurso de la historia.

La música es una forma de comunicación en un lenguaje diferente, algo que estimula las emociones, facilita las interacciones y ayuda a cohesionar a la sociedad. Sabemos, a través de la historia registrada, qué líderes de naciones, partidos políticos y organizaciones religiosas han comprendido el poder de la música para influir en sus poblaciones.

Durante la mayor parte de la historia humana, la música fue una actividad tan natural como respirar y caminar. Sus orígenes son tan antiguos como la presencia misma del hombre sobre la tierra, y la evidencia disponible sugiere que la música se remonta a hace 80 mil años. Pero con la música uno no termina de aprender y, en los últimos tiempos, científicos han demostrado que ayuda al aprendizaje y la memoria; la prueba es que muchos de nosotros podemos recordar las letras de canciones de hace décadas, pero no alcanzamos a recordar lo que hicimos ayer.

La música es y debe ser de todos y para todos. La música nos ha acompañado aun antes de que le pusiéramos nombre a las cosas. La música es gozo, dolor, esperanza, tristeza y es también alegría. Es una celebración de vida tan importante, que se graba en nuestro ser de tal forma, que la podemos recordar incluso cuando ya hemos olvidado hasta quienes somos. Esto ha sido comprobado por la ciencia, pues la música ha derrotado hasta al Alzheimer, pues las últimas cosas que olvidan los enfermos de este maldito mal, son las viejas canciones de su infancia.

Un ejemplo de lo que nos marca la música es el efecto de escuchar de nuevo una canción que tenemos décadas sin oír y recordar de inmediato en cada una de sus letras, pero no podemos recordar lo que hicimos ayer por la mañana.

 A ese proceso en el que el cerebro reconoce y recuerda canciones, lo llamaron “efecto de la producción” sobre la memoria. Aseguran que esto ocurre cuando tratamos de reproducir palabras o sonidos, en los que ha intervenido el sistema motor del cerebro, es decir, que previamente hemos producido de forma activa. En este caso, recordamos con mayor facilidad la letra de una canción, porque previamente la habíamos cantado, algo que no hubiera ocurrido si solo la hubiésemos escuchado. 

Yo creo recordar, escuchar música desde siempre y por siempre. Desde que se escuchaba entonces en los prehistóricos discos LP, cuya capacidad no excedía de 12 canciones, y en casetes de 60 minutos ininterrumpidos de contenido musical, una proeza en ese tiempo. Hoy, ambos dispositivos palidecen frente a Spotify que nos programa años luz de música. 

La música es la esencia de nuestras vidas. Muchos creen que tiene poco valor intelectual y que su valor como entretenimiento es lo que la hace importante. Pero en lo personal, el papel de la música en nuestra vida es, sin duda, el más poderoso. Tiene enormes posibilidades. Nadie puede negar el amor por la música. Desde ver una película hasta conducir el coche, salir a correr o relajarse en casa, la música es una parte importante de nuestras vidas.  Hoy que se celebra el Día Internacional de Música, menciono la frase de Nietzsche, que decía «La vida sin la música es sencillamente un error, una fatiga, un exilio». Y tenía razón, qué cansada sería la vida sin al menos algo de música.

@marcosduranfl

Compartir en: