Marcos Durán Flores
La muerte de Peter Higgs y la partícula de Dios
¿Por qué los objetos tienen masa? El físico británico Peter Higgs, fallecido el pasado 8 de abril de 2024, pasará a la historia de la ciencia por haber ayudado a responder a esta pregunta, cuando en 1964, postuló la existencia de una partícula elemental: «El Bosón de Higgs», la pieza faltante que explica las leyes del universo.
Higgs tuvo que esperar casi medio siglo para ver comprobada su teoría, cuando la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), construyó en Ginebra, Suiza, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC). El anuncio se dio el 4 de diciembre de 2012, donde se probó que el bosón de Higgs, es el «pegamento» que permite que las partículas interactúen con un campo para adquirir masa y que aparece fugazmente en colisiones de protones cercanas a la velocidad de la luz. Así, se nos dio una explicación de la creación del universo a través de un pequeño y controlado «Big Bang», la explosión que habría dado pie a su origen. Lo que los científicos lograron fue quizá el más grande descubrimiento en la historia de la humanidad: «La Partícula de Dios», o la transformación de la energía en materia.
Al año siguiente, Higgs recibió el Premio Nobel de Física más esperado y más rápido jamás otorgado. Este fenómeno que se dio solo por algunos segundos y que fue observado por cientos de personas en el CERN, comprobó la teoría del «Bosón de Higgs» explicando el universo visible, la parte del universo que hemos estudiado, que es solo el 5% y podría ayudar a comprender el Universo oscuro, el restante 95% y toda la materia y energía del Universo, que por cierto está en constante expansión. Se ha comprobado entonces la existencia de una partícula teorizada hace medio siglo por Peter Higgs y que hacía posible un universo con galaxias, sistemas planetarios, lunas y soles y en medio de ellos seres vivientes como el hombre. La ciencia nos dice que sin el «Bosón de Higgs», las partículas no tendrían masa y, por consiguiente, no existiríamos, pues las partículas se desplazarían a la velocidad de la luz y no habría entonces partículas compuestas. Esto es algo que vivimos a diario, pero que no lográbamos comprobar y mucho menos entender. De ese tamaño es el descubrimiento de este grupo de científico, entender las fuerzas de la naturaleza en el Universo, por eso el otro nombre un poco más filosófico «La Partícula de Dios».
Pero aunque las leyes de la ciencia han logrado comprobar la existencia del «Bosón de Higgs» explicando cómo la energía se llegó a transformar en materia, aún quedan muchas incógnitas por resolver y curiosamente siguen siendo las mismas preguntas que nos hemos hecho en los más de 160 mil años de historia registrada del hombre en la tierra: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?, y ¿Hacia dónde vamos? Así de sencillo, pero también así de complicado.
Miles de hombres y mujeres de gran sabiduría, connotados científicos, trabajando en cooperación y miles de millones de euros invertidos en cualquier cantidad de investigaciones y aún no logramos entender nuestro origen y destino. El mismo Einstein llegó a declarar que las ideas o teorías que se refieren a la realidad no son ciertas y, si son ciertas, no se refieren a la realidad. Por qué, si apenas hemos entendido cómo se crea la energía en materia, la siguiente pregunta sería cómo se crea la energía de la cual conocemos según la ley de la conservación, que «no se crea ni se destruye, solo se transforma», esto es, la energía siempre ha estado y estará ahí. A partir de eso, podríamos volver a la discusión eterna de preguntar si la energía la creó una pequeña cantidad de masa, y esta energía creada a su vez creó una cantidad de masa más grande. Seguiríamos entonces sin dar respuesta a la pregunta original: ¿Quién o qué creó en el origen todo? O ir más allá y preguntarnos: ¿Por qué hay algo en lugar de nada?
Quizás el entendimiento del universo y el hombre la podríamos encontrar en las palabras del científico alemán Max Planck, Premio Nobel de Física en 1918 obtenido por su papel en el avance de la física y en el descubrimiento de la teoría cuántica y que afirmaba que «Para los creyentes, Dios está en el principio de todo y para los físicos al final de todas las consideraciones». Si no es ninguna de las dos, entonces posiblemente nada tenga explicación.
@marcosduranfl