El valor de la democracia
José Vega Bautista
Las comisiones unidas de Gobernación y Estudios Legislativos del Senado sesionarán esta semana para avalar los dictámenes relacionados con el plan la reforma electoral mismos que contemplan alrededor de cien cambios a la minuta aprobada por la Cámara de Diputados.
Tras advertir que le preocupan algunos de los cambios aprobados en la Cámara de Diputados, el coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, afirmó que en el Senado está descartada la vía del fast track para procesar la minuta de reforma a las leyes secundarias en materia electoral, aunque reconoció que serán las comisiones las que, con plena libertad, determinen los tiempos y ritmos de la discusión.
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) subrayó que en la deliberación de esa reforma, la Cámara Alta “actuará con serenidad y buen juicio, será una discusión racional e inteligente. Vamos a cuidar el procedimiento legal, ordinario, no habrá atropellamiento. No habrá vía rápida, que se dispense o se abrevie, o se evite el procedimiento ordinario. Vamos a hacerlo con mucho cuidado y respeto a nuestra investidura y órgano colegiado”.
Las comisiones unidas de Gobernación, que preside la senadora Mónica Fernández Balboa, y de Estudios Legislativos, Segunda, que encabeza el senador Rafael Espino, sesionarán a partir del mediodía de este lunes, con la intención de aprobar los dictámenes y que sean presentados ante el pleno en la sesión del próximo martes.
Seguramente, una vez hechas las modificaciones propuestas, será devuelto a la Cámara de Diputados, que analizará si se “allana” y acepta las correcciones o vuelve a realizar cambios.
En lo que esto se da, bien vale la pena recordar el gran esfuerzo que implica la realización de las elecciones. Los ciudadanos ponen la mayor parte de la tarea y con sus impuestos se pagan todos los costos de nuestra democracia electoral, por eso es importante que sean ellos los que finalmente se vean beneficiados con el producto de ella.
Para el Banco Interamericano de Desarrollo, la democracia es un requisito esencial para que el Estado pueda: estabilizar la economía con altos niveles de crecimiento económico y empleo, con una inflación moderada; mitigar los equilibrios verticales y horizontales; ser eficientes en la asignación de recursos y suministro de servicios; controlar las acciones depredadoras de los sectores públicos y privados mediante la preservación del orden público, el control de abusos y arbitrariedades, y la prevención de la corrupción.
Estas funciones que son vitales para fomentar un crecimiento sostenible y reducir la pobreza, parten de la democracia como requisito, pero sólo como punto de partida, la tarea solo inicia ahí. Es indispensable que quienes hayan ganado los cargos públicos a través de procesos electorales se apliquen en la elaboración y ejecución de planes y proyectos que encaminen a sus comunidades hacia nuevos niveles de bienestar social.
En ese sentido, el sistema democrático debe vivir una constante renovación, y la sociedad mexicana y sus legisladores deberán considerar, principalmente, que la democracia implica aceptación del pluralismo y la diversidad; tolerancia y diálogo; autonomía de la política y respeto y responsabilidad institucional.
Pero, sobre todo, recordar lo dicho por el gran político y humanista Nelson Mandela: «Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan Parlamento».
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