domingo 24, noviembre, 2024

DIVULGANDO EL PENSAMIENTO

Humanismo mexicano: El reto de la Alianza Va por México

José Vega Bautista

En 2023 Coahuila y Estado de México celebrarán elecciones ordinarias. Elegirán al titular del Ejecutivo, y en el caso de la primera entidad, la integración de la Legislatura Estatal. Al parecer la alianza electoral “Va por México”, conformada por el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, harán frente ante el embate del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena.

El diagnóstico: El partido del presidente López Obrador gobierna en 20 estados, 22 si consideremos alianzas. En 2017 Morena no tenía ni un solo gobernador. Esto logrado en años en los que el país ha enfrentado grandes desafíos como la pandemia y la crisis económica que se precipitó con su llegada.

En una elección local, sin duda, hay muchos elementos que influyen en el resultado, uno de ellos es la actuación que ha tenido su gobernador, el grado de aceptación por parte de los ciudadanos, posibles electores. Pero también, se ha visto en las recientes elecciones, la aceptación de la actuación del presidente López Obrador ha sido de gran influencia y apoyo a los candidatos del partido Morena, lo que se ha reflejado en los buenos resultados electorales para sus candidatos.

Por tal motivo, con el fin de conocer a su adversario y así definir una estrategia electoral con posibilidades de triunfo, valdría la pena para la alianza “Va por México” revisar el plan de gobierno del presidente, así como sus programas y acciones concentradas en lo que él ha llamado “Humanismo mexicano”.

Así explica el propio López Obrador el Humanismo mexicano:

“En lo político no aceptamos el derrotismo, estamos a favor de lo que expresó el Padre de nuestra Patria, Miguel Hidalgo y Costilla: ‘el pueblo que quiere ser libre, lo será’, y de igual manera, en el terreno de la democracia, consideramos básico actuar como el insigne presidente Francisco I. Madero, que en el Plan de San Luis llamó al pueblo de México, el 20 de noviembre de 1910, a tomar las armas contra dictadura porfirista, porque según sus convicciones, y lo cito textualmente ‘México estaba gobernado por una tiranía que ha pretendido [sostenía] justificarse a sí misma con el beneficio de la paz y de la prosperidad material; pero esa paz no descansa en el derecho, sino en la fuerza, y esa prosperidad solo beneficia a una minoría, no al pueblo ni a la nación’.

De este criterio se desprende también nuestro fundamento de política económica, pues sostenemos que el progreso sin justicia es retroceso. Nuestra tesis es que no basta el crecimiento económico, sino que es indispensable la justicia. En la nueva política económica, moral y social que hemos aplicado desde el principio de nuestro gobierno, se ha desechado la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función de indicadores de crecimiento que no necesariamente reflejan las realidades sociales.

Nosotros consideramos que lo fundamental no es cuantitativo sino cualitativo; es decir, la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz y libre de miserias y temores.

Por otra parte, más allá del simple crecimiento económico, es fundamental desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de la mayoría del pueblo y de manera específica, en beneficio de los más pobres y marginados.

La estrategia central del gobierno en el terreno de la política social descansa en respetar, atender y escuchar a todas y a todos, pero otorgando preferencia a los pobres y humillados. Siempre dijimos –ese fue mi lema de campaña por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el año 2000 que ‘por el bien de todos, primero los pobres’. Esta frase debiera ser la esencia de la actividad política porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta de entender la importancia del poder, cuyo ejercicio, como lo he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás.

Pero atender a los más pobres es también, por si fuese poco, ir a la segura para contar con el apoyo de muchos cuando se busca transformar una realidad de opresión y alcanzar el ideal de vivir en una sociedad mejor, más justa, igualitaria y fraterna. ¿Quién defiende realmente a un gobierno democrático? El pueblo, básicamente el pueblo. Saben que Ricardo Flores Magón dejó muchas enseñanzas y tenía una frase que me gusta mucho, y la repetí y la repetí y la sigo repitiendo, decía: ‘Solo el pueblo puede salvar al pueblo’ y otro oaxaqueño, el presidente más grande que ha tenido México, el mejor presidente en toda la historia Benito Juárez, un indígena zapoteco, decía: ‘Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada’. Por eso, ¿quién respalda la Cuarta Transformación? El pueblo. Por eso nunca, jamás vamos a traicionar al pueblo.

Y algo básico y esencial y esto para los jóvenes sobre todo, algo básico y esencial: nada se logra sin amor al pueblo, quizá en otros tiempos se podía fingir, simular, ir en campaña a pedir votos, abrazar a la gente y luego llegar al cargo y olvidarse del pueblo, a lo mejor en otros tiempos, ahora ya no, el consejo a los jóvenes es que si quieren dedicarse al noble oficio de la política, no olviden que lo principal es tenerle amor al pueblo, querer al pueblo, profundo amor al pueblo, nada se logra sin amor al pueblo; el presidente Lázaro Cárdenas decía, fíjense esto en 1937, estaba de presidente de la República no de candidato después de que fue presidente, decía que le mortificaba ‘conocer el verdadero fondo moral de muchos servidores públicos al observar en sus semblantes el disgusto que les causaba la demanda de auxilio o de justicia de la gente pobre. Entonces pienso más [expresaba], en la tragedia interminable de nuestro propio pueblo’.

Pues bien, sin ese sincero sentimiento, nada bueno se puede hacer en la vida y menos en la política que, contrario a lo que se suele pensar, es uno de los oficios más nobles y de la más alta jerarquía espiritual.”

Esto es lo que deberían desmenuzar y entender los políticos de la alianza Va por México, para definir su estrategia; además de entender que entre más sumen más posibilidades tienen de triunfar y que la cerrazón política los llevará a otra inevitable derrota.

@Pepevegasicilia

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