lunes 25, noviembre, 2024

DIVULGANDO EL PENSAMIENTO

¿Para qué quieren gobernar? ¿por qué quieren ganar?

José Vega Bautista

El 5 de julio del 2021, en la conferencia mañanera, como siempre cargado de referentes históricos, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó: “Bueno, lo del ‘tapado es del porfiriato, él creó ese modo de actuar en política. El primer tapado que hubo fue su compadre Manuel González. 

Porfirio Díaz es el creador del régimen autoritario, que se mantuvo hasta hace poco porque ni la Revolución pudo arrancar de raíz esas prácticas. Porfirio fue el que creó lo del ‘tapado’; Porfirio decidió que la Constitución se iba a respetar en la forma para violarse en el fondo; Porfirio fue el que estableció la regla de que el presidente ponía a los gobernadores, a los diputados federales; y los gobernadores ponían a los presidentes municipales y a los diputados locales. 

Porfirio es el creador del régimen político, que cambia mucho con la Revolución, pero en la vertiente social, en lo político prácticamente se mantiene lo mismo. Decía don Daniel Cosío Villegas que ya no estaba don Porfirio, pero que se había quedado doña Porfiria.

Entonces él es el creador del ‘tapado’, porque llega con un golpe de Estado, echa de la Presidencia a Sebastián Lerdo de Tejada, lo manda al exilio, de donde ya no regresó Lerdo, lo trajeron cuando falleció. Un liberal de primera, un buen presidente, él fue el que inició la construcción del ferrocarril de la Ciudad de México a Veracruz, un hombre muy digno. Entonces, no quiso regresar, todos los demás se fueron al exilio y empezaron a regresar.

Bueno, hay un caso que es muy notorio. El que era secretario de Relaciones de Lerdo, Manuel Romero Rubio, regresa del exilio y al poco tiempo se casa Porfirio, que tenía 50 años, con la hija de Romero Rubio, Carmelita, que tenía 17, 18 años, y desde entonces Romero Rubio se convierte en secretario particular de Porfirio Díaz hasta que se muere Romero Rubio. Entonces, Lerdo no claudica, como tampoco claudicó Iglesias y otros liberales.

Entonces, Porfirio llegó en 1876 por una acción militar y derrocó a un gobierno legal y legítimo, y entonces llegó con la bandera de la no reelección y se quedó, ya sabemos, 34 años. Pero como estaba llegando a la Presidencia, no podía reelegirse, en ese entonces los periodos de gobierno eran de cuatro años, entonces tenía que buscar a una gente cercana a él, que le garantizara que iba Porfirio a seguir mandando, a un pelele, y entonces escogió a su compadre Manuel González.

Que, por cierto, no actuó del todo como pelele porque se le quería quedar, tuvo Porfirio que generarle un movimiento opositor para que aceptara el regreso de Porfirio. Lo acusaron a Manuel González -es el único caso que hay- de corrupción y lo querían meter a la cárcel, pero al final… En aquel entonces era el artículo 103 de la Constitución, ahora es el artículo 108, 109, 110 de la Constitución, que los presidentes tenían fuero y no podían ir a la cárcel más que por traición a la patria.

Entonces, ya cuando lo subordinó por completo, lo dominó por completo, Porfirio a su compadre, pues ya le quitaron el juicio de encima. 

Y había muchos que pensaban que ellos podían y ahí surge lo del ‘tapado’. Nadie pensaba que iba a ser Manuel González y empezaron los telegramas al estilo, que después se volvió costumbre, que empezaron a decir, llegaban los telegramas acá en Tamaulipas: ‘Todos estamos con Manuel González, en Yucatán, apoyamos al manco y así por el estilo. 

Ese es el ‘tapado’; acá no es, ya eso ya es historia. ¿Quiénes pueden sustituirme? Bueno, pues primero hay que tomar en cuenta que va a ser el pueblo el que va a decidir. Ahora, del flanco progresista, liberal, hay muchísimos, como Claudia, como Marcelo, como Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Rocío Nahle, bueno, muchísimos, afortunadamente hay relevo generacional”. (lopezobrador.org.mx

“Ya no hay tapados, yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo”, esbozó López Obrador también, al referirse a la sucesión presidencial en 2024.

Pasó el tiempo y este domingo se fijó la reunión del Consejo de Morena en el cual se definen las reglas para seleccionar a los candidatos a la Presidencia rumbo a las elecciones 2024.

Las «corcholatas” presidenciales terminaron siendo la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum; el canciller, Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto; el senador, Ricardo Monreal y el diputado, Gerardo Fernández Noroña, y el senador Manuel Velasco Coello. Estos dos últimos del Partido del Trabajo y del Verde Ecologista, respectivamente.

A unas horas de tal realización, López Obrador dijo: “Todavía algunos están esperando a ver qué indicaciones voy a dar, cuál es la señal, cuál es la línea, pues se van a quedar esperando. La señal es la que va a dar el pueblo, que es el que manda. Eso sí, una vez que ya esté la encuesta y que se sepa quién está mejor posicionado, ahí sí, voy a pronunciarme a favor del que gane, sea hombre o mujer, la encuesta. Así voy a actuar y cerrar filas, nada de divisiones. Tener presente que se lucha por ideales, por principios, por la transformación del pueblo, no por los cargos”.

«Primero el programa, después el hombre», señaló en los setentas el ideólogo Tuxpeño, Don Jesús Reyes Heroles.

Morena ya definió el programa, que es continuar y profundizar la llamada Cuarta Transformación, y está a punto de definir candidato o candidata.

Mientras tanto, la alianza opositora se encuentra aún sin poder definir no sólo el método de selección de su candidato; menos atina a definir postura e identidad; no precisa qué es, qué pretende y qué le propone a la ciudadanía, en su intención de recuperarla. ¿Para qué quieren gobernar? ¿por qué quieren ganar?

Al parecer, sus discrepancias ideológicas y de estrategia, así como los intereses individuales, les están imposibilitando trazar una ruta y un plan para ganar el 2024.

@Pepevegasicilia

josevega@nuestrarevista.com.mx

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