lunes 8, diciembre, 2025

DIVULGANDO EL PENSAMIENTO

Construir un Estado que impulse el desarrollo o administrar el estancamiento

José Vega Bautista

El diagnóstico que la economista María Manjarrez nos ha brindado recientemente arroja que la economía mexicana muestra señales preocupantes de enfriamiento.

De acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), el crecimiento en octubre de 2025 fue 0%, lo que anticipa un estancamiento en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) y, por extensión, en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional para el cierre del año.

El dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), refleja que la economía mexicana no logra consolidar una tendencia positiva tras varios trimestres de debilidad. De hecho, el tercer trimestre de 2025 ya mostró una contracción, y los nuevos resultados sugieren que el país podría cerrar el año con una tasa de crecimiento anual cercana a cero, a pesar del contexto internacional favorable en materia de precios de exportación y demanda externa.

Para la también vicepresidenta organizacional del Colegio de Economistas de Sinaloa, el freno no se debe únicamente a factores externos. Entre los elementos internos destacan la incertidumbre jurídica derivada de la reforma al Poder Judicial, el enfriamiento de la inversión privada y la falta de dinamismo del gasto público productivo.

Además, el endurecimiento de las condiciones financieras y los efectos rezagados de las altas tasas de interés continúan limitando el crédito a empresas y consumidores.

Aunado a ello, el Banco de México ha advertido sobre un entorno de desaceleración generalizada en la demanda agregada y en la producción industrial. De manera paralela, la OCDE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han recortado sus expectativas de crecimiento para México a entre 1.3% y 1.5 % para 2025, muy por debajo del potencial estimado de 1.8%–2.8%.

Este ajuste refuerza la preocupación de que el país se mantenga atrapado en una fase de bajo crecimiento estructural, sin los incentivos necesarios para impulsar la productividad ni atraer inversión sostenida.

Como consecuencia, el estancamiento amenaza con debilitar el mercado laboral y frenar la generación de empleo formal, que en los últimos meses ya ha mostrado pérdida neta de plazas en sectores como servicios, comercio y manufactura ligera. Además, el riesgo país ha aumentado, reflejando una mayor percepción de incertidumbre política y regulatoria.

En ese contexto, es preocupante mantener esta tendencia, México podría entrar en una fase de crecimiento nulo o recesión técnica durante los primeros meses de 2026, justo cuando el nuevo gobierno busca implementar su plan de transformación estructural. La prioridad será restaurar la confianza de los inversionistas, garantizar la estabilidad institucional y reactivar los motores internos del crecimiento. (revistaespejo.com)

Es bajo este panorama económico que la presidenta Claudia Sheinbaum anunció este miércoles la creación de un consejo para la promoción de inversiones, relacionadas con el Plan México.

Recordemos que una de las grandes apuestas para el desarrollo económico del país en el gobierno de Claudia Sheinbaum es el Plan México, el cual fue anunciado en enero de este año, 2025.

Dicho plan contiene la visión del presente y del futuro para el desarrollo nacional, con el objetivo de fortalecer el mercado interno, los salarios, la inversión pública y privada, y aumentar la soberanía alimentaria y energética, así como la producción nacional, reduciendo las importaciones con países con los que no se tiene un tratado comercial. Como parte del Plan, se anunció un portafolio de inversiones nacionales y extranjeras por 277 mil millones de dólares en 2 mil proyectos.

Pues ahora el planteamiento del consejo para la promoción de inversiones fue realizado por Sheinbaum en una reunión privada en el Palacio Nacional a la que asistieron, entre otros, los empresarios Carlos Slim, José Antonio Fernández, Carlos Hank González, y Francisco Cervantes, presidente saliente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

La presidenta informó: “En Palacio Nacional, recibimos a empresarias y empresarios; acordamos reunirnos periódicamente a través de un consejo para la promoción de inversiones orientado al Plan México”.

Por su parte, Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo asesor de desarrollo económico regional de Presidencia, señaló: “Como saben nos reunimos periódicamente diferentes grupos de empresarios para dar seguimiento a las inversiones, cómo las podemos acelerar, qué se puede hacer mejor en inversiones mixtas, en infraestructura, en energía, en algunos servicios”.

De acuerdo con ella, la idea de este puente o vínculo “es abrir más espacios, que veamos a más empresarios, conocer más perspectivas y seguir ampliando la comunicación con los empresarios de distintas regiones del país”.

Afirmó, además, que el grupo se reúne periódicamente para abordar temas como infraestructura y este día “vino más ampliado”. De acuerdo con ella, la presidenta Sheinbaum “quiere volver a ampliar este grupo, ella estará dando los detalles, pero creo que es una reunión siempre positiva en el sentido de que todos los empresarios y empresarias mexicanas hagamos equipo para incrementar las inversiones”.

El Gobierno de México tiene la expectativa de alcanzar los 45,000 millones de dólares en inversiones al cierre de 2025, en buena medida gracias al llamado ‘Plan México’ presentado a inicios de abril por Sheinbaum.

Esta estrategia es la principal apuesta del nuevo gobierno para articular inversión privada con desarrollo social y sustentabilidad, a fin de posicionar al país entre las 10 economías más importantes del mundo. (elfinanciero.com.mx)

Hasta aquí el diagnóstico económico y la propuesta de la presidenta.

Mi reflexión es que la administración pública debe convertirse en un factor que dinamice la economía, convirtiéndose en un agente más productivo. Para cumplir esto, deberá ofrecer más y mejores servicios públicos con los mismos recursos que actualmente emplea; reorientar sus actividades en función de los objetivos y resultados y aspirar a la máxima excelencia en la calidad de los servicios que presta. 

Todo ello sin dejar de lado que el gasto público deberá considerar también una orientación hacia la inversión productiva en capital físico, tecnológico y humano, en aras de buscar un funcionamiento eficiente y productivo de la economía y así garantizar un crecimiento sostenible a mediano y largo plazo. 

@Pepevegasicilia

josevega@nuestrarevista.com.mx

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