Morena y sus contradicciones
José Vega Bautista
Andrés Manuel López Obrador formó un partido político y un movimiento con el objetivo de ganar la Presidencia de la República. A él se unieron una mezcla de personas con distintos y, a menudo, opuestos puntos de vista, criterios filosóficos, premisas teóricas y valoraciones éticas y políticas, con la única coincidencia de tomar del poder.
En el ejercicio del poder, López Obrador en su momento, y ahora la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, han mostrado lo que realmente quieren como proyecto de nación y, por lógica, no es necesariamente lo mismo que desean los que se le unieron cuando el proyecto estaba basado en la aspiración al poder. Para unos esa aspiración al poder era un nexo para la consecución de otros fines (idealistas) para otros era la búsqueda del poder por el poder, para gozar del sentimiento de prestigio que él confiere.
En estos últimos días se han vivido algunos pasajes que seguramente deberán llevar a la reflexión al partido gobernante y a su dirigencia moral.
Uno de ellos ha tenido que ver con la exposición de los vínculos con el narcotráfico de Hernán Bermúdez Requena, conocido como “El Comandante H”, el exjefe de Seguridad del Gobierno de Tabasco cuando el gobernador de esa entidad era Adán Augusto López, hoy coordinador de Morena en el Senado, uno de los cuadros relevantes del morenismo. (nuestrarevista.com.mx)
Otro tema ha sido los destinos vacacionales de algunos de sus miembros o cuadros estelares, tomando en cuenta que los principios ideológicos de Morena incluyen: “no puede haber Gobierno rico, con pueblo pobre” y se debe “vivir en la justa medianía”.
Ante estos hechos, la Presidenta Claudia Sheinbaum ya fijó su postura, afirmando: “La gente tiene derecho a visitar uno u otro país, pero nosotros tenemos una responsabilidad política y una responsabilidad que tiene que ver con el movimiento y los principios que representamos”.
Sheinbaum ha recordado los principios fundacionales de Morena basados en el pensamiento del expresidente Benito Juárez y ha replicado el mensaje. “En el momento en el que estamos desempeñando un cargo público, todos debemos comportarnos adecuadamente. El poder siempre debe ejercerse con humildad, esa es mi posición y siempre va a ser. Cada quien debe ser reconocido por su historia, por su comportamiento”.
Entre paréntesis, algunos de los vacacionistas de Morena prefirieron seguir en sus lugares de descanso en lugar de asistir al Consejo Nacional VIII, Sesión Extraordinaria del partido Morena que se celebró en la Ciudad de México, el 20 de julio de 2025. Aquí les dejo una pregunta: ¿Se hubieran atrevido a faltar a un Consejo Nacional de Morena en tiempos de López Obrador?
El actual gobierno vive todas esas contradicciones derivadas del carácter ecléctico de sus componentes, lo que implica siempre navegar en un mar de contradicciones internas, pues todos ellos tienen su lado positivo y su lado negativo, su pasado y su futuro, su lado de caducidad y su lado de desarrollo; la lucha entre lados contrapuestos, la lucha entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que agoniza y lo que nace, entre lo que caduca y lo que desarrolla.
Ése es ahora el trabajo de la presidenta Sheinbaum: a la política como asunto de voluntad, se suma ahora el poder como probabilidad de imponer la propia voluntad aún contra toda resistencia.
@Pepevegasiciliajosevega@nuestrarevista.com.mx