Pobreza y exclusión social, una asignatura pendiente para Kristi Noem & Claudia Sheinbaum
José Vega Bautista
Como parte de una gira de trabajo por países de Latinoamérica que incluyó El Salvador y Colombia, Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, se reunió con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para conversar sobre migración y seguridad.
En el marco del diálogo continuo entre México y Estados Unidos, acompañadas por sus delegaciones, conversaron sobre los avances en la cooperación binacional en materia de migración y de seguridad, sobre los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua, respeto a la soberanía, coordinación sin subordinación y respeto a los derechos humanos.
La presidenta Sheinbaum destacó las aportaciones de las y los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos.
Por su parte, la secretaria reafirmó que Estados Unidos respeta la soberanía de México.
Después del encuentro, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente, y la secretaria Kristi Noem, ratificaron la vigencia del memorándum de entendimiento para facilitar la celebración de enlaces en sus respectivas instalaciones de gestión de riesgos y selección de objetivos, firmado el 19 de julio de 2022 entre la Agencia Nacional de Aduanas de México y la de Aduanas y Protección de la Frontera de Estados Unidos.
En sus redes sociales, la funcionaria estadounidense afirmó que «el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la frontera y la aceptación de vuelos de deportación por parte de México es un paso positivo, pero aún queda mucho por hacer para detener el flujo de drogas e inmigrantes indocumentados hacia nuestro país. Nuestra colaboración contribuirá a que Estados Unidos y la región centroamericana vuelvan a ser seguros».
La reunión celebrada en el Palacio Nacional se puede ver como el primer encuentro de alto nivel entre ambos gobiernos tras la llegada del presidente estadounidense, Donald Trump, a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, pero también como la señal de la voluntad política de ambos gobiernos de buscar soluciones conjuntas a los problemas comunes que comparten los dos países.
Como visibles señales de esa voluntad, por parte del gobierno mexicano, las autoridades han redoblado los esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado.
En ese tema, a finales de febrero, el Gobierno mexicano, en una operación “sin precedentes”, permitió el traslado a Estados Unidos de Rafael Caro Quintero, capo del Cartel de Guadalajara, así como dos líderes de Los Zetas, Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, entre otras personas señaladas como delincuentes en el país vecino.
Y en otro de los grandes temas de preocupación de Washington, como lo es el flujo migratorio irregular que tiene a México como última parada antes de pasar a Estados Unidos, el gobierno de México ha reforzado los controles migratorios, particularmente en el sur del país, y ha mostrado su disposición a acoger a los mexicanos retornados desde Estados Unidos como consecuencia de las políticas restrictivas en esa materia por parte del presidente Donald Trump, además de facilitar la deportación a terceros países de extranjeros que llegan a México desde el vecino del norte.
En términos prácticos una reunión productiva, pero, como nuestro trabajo también es buscar los peros, me gustaría insistir en que en el tema de inseguridad y movimientos migratorios se debe poner más énfasis en una política binacional que permita articular en la práctica un compromiso de solidaridad dirigido a combatir la pobreza y desigualdad en América Latina. Que el desarrollo de los países menos avanzados se convierta en una de las grandes prioridades del continente.
La premisa de la que parto es que el perceptible aumento de la pobreza y de la desigualdad es un factor de primer orden en la inestabilidad política, en las tensiones sociales y culturales y, por supuesto, en los flujos migratorios.
Frente a la inseguridad que generan los diversos procesos que conducen a la exclusión social, la alternativa más firme es que todos los ciudadanos tengamos garantizados los derechos sociales universales. Esa es la asignatura pendiente.
@Pepevegasicilia