- Especialistas señalan que es posible disfrutar de los alimentos típicos de la temporada, pero al mismo tiempo cuidar de la salud. Se recomienda especial cuidado con las personas que padecen de alguna enfermedad crónico degenerativa
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Saltillo, Coahuila.- En esta temporada de reuniones para la celebración de las tradicionales posadas, la mayoría de la población tiende a comer y beber más de lo habitual, a no medir la cantidad y el tipo de alimentos que consume y por ende, provocar un aumento de peso en corto de tiempo y descontrol en enfermedades crónicas para quienes las padecen.
Por esa razón, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila recuerda a la población que es posible disfrutar de todo y al mismo tiempo cuidar lo que se ingiere para no tener que lamentarlo después.
La especialista en Nutrición adscrita a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 91, Ana Karen Marín González, aconsejó como punto principal, sobre todo para quienes ya iniciaron su periodo vacacional, no dejar que el cambio de rutina afecte el horario de comidas.
“Esto es importante porque si hacen cambios en sus horas de comida o si ayunan durante algunas horas, el metabolismo intenta adaptarse y se ralentiza para controlar la energía y apetito. Un metabolismo lento no es lo más conveniente para las vacaciones”, explicó.
Por lo anterior, llamó a no omitir las comidas y luego compensar con una cena abundante. Esta acción desencadena dos cosas indeseables: se hace más lento el metabolismo ya que el cuerpo se adapta a la idea de tener que aguantar sin comida durante períodos de tiempo más prolongados y; hace sentir más hambre antes de la gran comida, lo que provocará querer comer más para saciar el hambre y por ende tomar malas decisiones sobre qué comer.
Asimismo, sugirió optar más por los vegetales, toda vez que saciar el hambre más con verduras que con carbohidratos, grasas o postres ayuda al metabolismo a actuar más rápido que con otras comidas más pesadas.
Marín González aseveró que no se trata de dejar de comer, sino de hacerlo con cuidado: “preferir porciones pequeñas de diferentes tipos de platos en lugar de porciones grandes, de esta manera pueden disfrutar de una variedad sin satisfacerse rápido, lo cual lleva a parar de comer una vez que se sientan saciados”.
En cuanto a las bebidas, recordó que estas también aportan exceso de calorías, sobre todo las preparadas o refrescos azucarados. Además, en lo que respecta a las alcohólicas, el exceso de estas puede originar un incremento de la presión arterial, afectaciones hepáticas, cambios en el estado de ánimo, así como en la coordinación y control físico.
Por lo anterior, sugirió elegir la que se prefiera y beberla lentamente durante la noche, es decir hacer que dure. Después de eso, preferir el agua.
Finalmente, la especialista llamó a la población a tomar en cuenta estas recomendaciones a fin de disfrutar lo mejor posible las fiestas y no exponerse a descompensaciones que puedan poner en riesgo la salud y la vida.