Los pecados de la chihuahuense Andrea Chávez
Héctor Reyes
El caso de la senadora por Chihuahua Andrea Chávez, con promoción electoral no solo adelantada sino a partir de donativos que podrían ser ilegales, ha sido la ocasión para que la presidenta Claudia Sheinbaum ejerza al fin el peso de su autoridad en Morena.
Lo natural de un político es que mediante astucia y arrojo saque provecho para sus proyectos en cuanta ocasión se le presente. De ahí que nadie le va a reclamar a la senadora Chávez que haga giras en su natal Chihuahua para tener contacto con sus paisanos.
De hecho, es lo que deberían hacer todas y todos los políticos electos, volver al territorio. Y más si es algo que ha pedido directamente a las y los legisladores de su partido, la presidenta Sheinbaum, una férrea defensora del trabajo con las bases, del contacto con los electores.
Pero lo que hace la legisladora chihuahuense es a todas luces algo que no va con los discursos fundacionales de Morena: la austeridad prometida es atropellada por un derroche de recursos materiales en las supuestas giras por la salud que promueve Chávez en Chihuahua.
Bien dicen que no se puede ocultar ni el amor ni el dinero, y al menos lo segundo ha quedado en evidencia en el caso de Chávez: la prensa dio cuenta de que la senadora se hace acompañar de vehículos con equipamiento que nada tienen que ver con un sueldo de legislador.
El líder obrero Fidel Velázquez acuñó una frase: “el que se mueve no sale en la foto”, murmuró el sindicalista de enorme puro. Quienes entraban al juego del tapado, no solo para la presidencia de la República, sino también para las gubernaturas, tendrían que encontrar el justo espacio entre no adelantarse, pero tampoco quedar a la zaga; entre aprovechar (en el buen sentido de la palabra) el cargo, y sobregirarse en el mismo.
Chávez incurrió en esos pecados: sus ambiciones, legítimas, son demasiado prematuras; los recursos empleados en ellas (apoyos de empresarios que habrían recibido contratos públicos), agravian al movimiento que se da golpes de pecho al decir que “no son iguales”.
Encima, tras ser evidenciada, Andrea Chávez se ha jactado de sus actos. Seguro creía que al mostrarse imperturbable callaría críticas opositoras, pero es dentro del mismo morenismo donde genera resentimiento y mayores costos.
“Que nadie se adelante a nada”, dijo este martes la presidenta en su mañanera al revelar que ha decidido enviar una carta a su partido para que ponga reglas a fin de que los tiempos de las candidaturas del 2027 se conozcan y, sobre todo, se respeten.
Sheinbaum agregó algo más importante aún: “hay que recordar la ética de nuestro movimiento: para nosotros no es un asunto de llegar al poder por llegar al poder; para nosotros lo más importante es la transformación del país que se viene construyendo. Entonces, todos debemos dar ejemplo”.
Al referirse al caso Chávez mencionando la palabra ética, Sheinbaum le lanza mucho más que un “estáte quieto”. Es el primer aviso, a la senadora y a todos los que aspiren a quedarse con una candidatura, que para la presidenta además de leyes, hay principios… Veremos y diremos.
Buen fin de semana, la frase: «No todo es lógico, no todo es justo y no todo tiene sentido. Aprendamos a vivir con eso». ¡Ánimo!
X:_hreyes