domingo 28, abril, 2024

DEMOCRACIA HUMANISTA

Luis Alberto Vázquez Álvarez

La democracia, como toda actividad humana tiene momentos de gloria y épocas de falsedad; Samuel Huntington, (1927-2008); politólogo americano llamó “olas de democracia”, a períodos de ascenso y descenso de esta en el siglo XX; El primer ascenso en 1914; descendió en 1929. Vuelve a ascender en 1939 y desciende en 1973, sin embargo, a partir de 1974 con el fracaso del golpe de estado en Portugal se inicia la tercera ola manteniéndose supuestamente en Europa. La América Mestiza vive otras condiciones, asciende en Chile en 1970 con Salvador Allende, pero USA se encarga de hacerla descender con el golpe de estado de 1973. Ahora asciende y desciende brusca y rápidamente con golpes de estado de la OEA en Bolivia, Perú y Venezuela, pero se mantiene con cambios fuertes sin importar ideologías en México, Argentina, Brasil y Colombia, no se diga en Centroamérica recientemente. En realidad, debemos concluir que los gobiernos democráticos pueden ser de derecha o de izquierda. Aunque eso los contrarios lo nieguen y renieguen.

La verdadera democracia no se queda en las urnas y sirve exclusivamente para determinar una “muy supuesta” voluntad popular a favor de candidatos generalmente electos en secreto en los oscuros pasillos de los partidos políticos,

“Democracia” es lo que el artículo tercero constitucional expone desde 1917: “… no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”

La democracia debe lidiar con la complejidad de pensamientos disímiles tanto de políticos como de comunicadores e intelectuales; solamente podrá salir avante si existe sinceridad en sus visiones humanistas. En cambio, el miope liberalismo decimonónico y su deforme engendro, el neoliberalismo, entienden como “democracia” la concurrencia de la población a las urnas exclusivamente; sin preocuparse jamás por las condiciones de vida del votante. Creen en la libertad de morirse de hambre, pero contentos por sufragar en los comicios, aunque la miseria consuma sus familias.

Humanismo real es buscar el bien de todos, empezando por los menos beneficiados de los bienes de la tierra que el Creador puso a disposición de todos, no solamente de unos cuantos que han aprovechado su posición en el gobierno para saquearla únicamente en beneficio propio y de amigos y familiares. Lo que debería servir para satisfacer necesidades generales, es exclusivo de unos cuantos, provocando la regresión a la bestialidad e instalando el darwinismo social.

Si las manifestaciones que la ultraderecha está citando para mañana son para defender la democracia, entonces deberán exigir que se mejore la vida de todos los mexicanos… Si solamente va a pedir votos para su candidata, (quien estará ausente), prostituirán la historia acerca de que todo progreso comunitario debe inspirarse en la dignidad de la persona humana.

Indiscutiblemente creo que será un ejercicio social muy valioso y su éxito dependerá de aglutinar a más de un millón de personas en las más de cien ciudades donde se realizará; así comprobará que existen esos ciudadanos firmantes que llevaron a su candidata a buscar la presidencia, si no, habrá que replantear la veracidad de dicha versión. Pero, aunque esos manifestantes no se vean en la calle, si los presumirán los noticieros maiceados por la ultraderecha, que imagina milagros. Ojalá y su orador supremo no mantenga su actitud xenofóbica anti indigenista y machista, no sería justo que volviera a burlarse de los pueblos originarios y de mujeres que proponen ideas diferentes a su idiosincrasia como cuando era presidente del INE.

Pregunta: ¿Con estas marchas se probará que hubo democracia en las designaciones a candidatos presidenciales, senatoriales, gobernadores, así como diputados y demás cargos públicos a elegir este año? Resulta paradójico y hasta curioso que los verdaderos enemigos de la democracia son los oscuros grupos que dicen defenderla. Lograrán convencer al pueblo que es falso que todos fueron dedazos. Mentira que ni los miembros del partido ni el pueblo u organizaciones ciudadanas fueron excluidos y solamente un titiritero y tres marionetas tomaron la decisión impidiendo a la sociedad civil participar activamente, según incluso “amigos” muy cercanos al saltimbanqui.

La democracia mexicana, como voluntad popular existe, vive y se nutre sólidamente al no creer las noticias chayoteras de casi todos los tradicionales medios de comunicación, no necesita de marchas demagógicas.

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