domingo 24, noviembre, 2024

DE RAÍCES Y HORIZONTES

El mal fin

Arcelia Ayup Silveti

Confieso que tengo muchísimas manías, una de ellas es mantener mi tarjeta de crédito en un bajo nivel y pagar a final de mes.

Pocas veces lo logro, pero me empeño en hacerlo. Ayer fui a conseguir unos materiales para Navidad a una tienda departamental y me sorprendí que el estacionamiento estaba llenísimo, había enormes filas en las cajas y varias personas llevaban electrodomésticos y enormes pantallas de televisión.

Ahí me di por enterada que inicia El buen fin, abarca del 18 al 21 de noviembre.

Desde hace años que no suelo picar ese anzuelo. Sobra decir que es común que no existen tales ofertas o que incluso, ofrecen un precio más elevado. Me dio mucho gusto no comprar lo que dicta la publicidad.

Tengo un amigo que cada año de manera religiosa en el Buen fin, debe comprar “algo que necesite”. Lo paga con su tarjeta de crédito “a meses sin intereses”.

Aún no sabe si sigue pagando lo que compró hace dos o tres años, y qué es lo que adquirió, pero su estado de cuenta no baja mucho.

Él afirma que le gusta imaginar que es un buen comprador y que le favorece adquirir artículos en esta época. Dice incluso que días previos al Buen fin piensa qué comprará este año.

Por otro lado, una comadre le inculcó a sus hijos a comprar todos los días.

Cuando éstos eran niños, recuerdo que iba con ellos en su camioneta. Mientras esperábamos el cambio de semáforo, el niño le dijo a su mamá que le comprara algo, aunque fuera el periódico.

Él aún no sabía leer y cuando mi comadre le dijo eso, le reviró: “lo que sea, pero comprálo.”

Una amiga en cambio, es súper cuidadosa con sus ingresos. Deja su tarjeta en cero antes de su fecha de corte.

Antes de viajar, abona a su tarjeta y cuando se va, ya tiene la cantidad que gastará.

Alienta a no comprar en el Buen fin, dice que es mejor juntar el dinero que invertirán y esperar a que tenga promoción, así se gastan lo que sobra.

También nos sugiere que antes de comprar algo que necesitemos, esperemos por lo menos un par de semanas y si aguantamos sin ello, es probable que no sea necesario.

Siempre nos pregunta: ¿lo quieres o lo necesitas?

Hay mucha oferta de libros, talleres y charlas, incluso gratuitos para administrar mejor el dinero. Quizá esto no es para todos, y seas un contador nato y excelente adminsitrador.

En lo personal disto mucho de serlo, pero lo que sí tengo claro es que el Buen fin te puede dejar un mal sabor de boca y terminar en mal fin.

biznagaas@hotmail.com

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