domingo 24, noviembre, 2024

DE RAICES Y HORIZONTES

No hay pretextos

Arcelia Ayup Silveti

La semana pasada escribí sobre la necesidad imperante de plantar árboles en la Comarca Lagunera para abonar un poco a nuestro planeta. Me comprometí a plantar por lo menos tres árboles en mi casa, un par en la banqueta y uno adentro. Recibí muchos comentarios para unirse a esta acción y para seguir moviendo conciencias.

            También me preguntaron qué tipo de árboles plantaría, así que hoy les comparto la respuesta. En la banqueta plantaré dos mezquites chilenos y en el jardín, un limonero. Las bondades ecológicas de los mezquites son colosales, mencionaré algunas: retienen mucha agua, sus flores son néctar para las abejas, controlan la erosión, mejoran la fertilidad del suelo. Es refugio para aves, funcionan como barrera rompevientos, resisten a la sequía, a las termitas, al fuego, así como a temperaturas extremas.

Su vaina es comestible, recuerdo que de niña las rescataba del mezquite que tenía mi tío Agustín Silveti en su patio. Disfrutaba de masticarlas, ya que son de un sabor dulce. También se elabora pinole con estas vainas. Su madera es codiciada para elaborar muebles finos y carbón, cuyo uso agrega un sabor y aroma especial a las comidas.

Pensemos en los mezquites chilenos y los mezquites extranjeros que se gestan y crecen sin ayuda de nadie en terrenos baldíos y al lado de las carreteras. Estas maravillosas especies se desarrollan sin cajete, con la poca agua que cae del cielo, sin abono ni fertilizantes. Lucen erguidos sin que nadie les ponga una vara. Su copa es frondosa, como un paraguas abierto. A diferencia de muchos árboles, en poco tiempo regala una sombra generosa. En las banquetas, pueden llegar las ramas a dar sombra sobre la capa asfáltica y la cera de enfrente.

Por su parte, el limonero además de ser un bello árbol ornamental, tiene follaje verde casi todo el año. Es aromático y puedes disfrutar de estos cítricos diez meses cada año. Esta especie puede durar hasta siete décadas y nunca detiene su producción frutal. Mi mamá tiene uno en su jardín y nos regala limones a todos quienes la visitamos. No recuerdo nunca haberla escuchado que debe comprar. En el piso y en las ramas del limonero de mi mamá siempre hay cítricos. Sus pequeñas flores blancas son bellas y despiden un agradable aroma. Los puedes plantar en macetas, no hay pretextos. Si le damos un trato digno a ambos árboles, nos lo regresa de manera generosa. ¿Cuántos sembrarás?

giraluna3312@gmail.com

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