La ventana
Arcelia Ayup Silveti
Viajé en los autobuses rojos Torreón-Matamoros cuando estudié la preparatoria en la PREFEMA y mi carrera universitaria en el extinto ISCyTAC en Gómez Palacio, Durango. Vivía en Matamoros, Coahuila. Cuando me tocaba asiento tenía mejor perspectiva para ver mi entorno. Uno de los elementos que llamaban mi atención era el mural de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), en Torreón. Disfrutaba mucho observarlo a través de la ventana del camión en turno, ver su colorido, detectar personajes y simbolismos.
Este mural fue elaborado por el artista plástico Raúl Esparza con la técnica de mosaico de Cuernavaca, quien plasmó su visión de algunos fragmentos de nuestra historia. Retoma quizá las narraciones de Hernán Cortés en la segunda carta de relación y representó el mercado con el famoso trueque. Aparecen dos mujeres indígenas intercambiando fruta por pescados. En el segundo plano, las montañas, una planta de maíz y mucha fruta.
Está dibujado el encuentro de dos mundos: sentados cara a cara Moctezuma y Hernán Cortés. El tlatoani del imperio mexica aparece con sus sacerdotes y ofrece oro puro; el español tiene en sus manos unos collares, aludiendo a los espejitos con los cuales deslumbraron a nuestros ancestros, lo acompaña la malinche, un religioso y un soldado. Entre ambos, una imponente mujer con rasgos indígenas y un gigante collar de oro. Ninguno de los tres se mira entre sí. Como marco posterior, están las siluetas grisáceas de dos de las carabelas.
El pintor lagunero por adopción creó otro momento histórico, la lucha por la Independencia representada con el Pípila y al lado la silueta del cura Hidalgo. Continúa con la Constitución de 1857, simbolizada por una mujer vestida de blanco, que sostenie la balanza de la justicia y escrito el año 1987. El extremo derecho está dedicado a nuestra historia regional. El escudo de la UAdeC aparece como un elemento de aportación académica a la comarca.
También se plasmó la era de la tecnología, a Mercurio el dios romano del Comercio, un atlético hombre dorado con sombrero y sandalias aladas. La educación se encarna con una mujer estudiando. Nuestra riqueza figura con productos laguneros como algodón, sandía, melón y uva. Sin duda, Raúl Esparza aportó identidad a nuestra región con su talento. A varias décadas me sigue asombrando la belleza de este mural, lo único que cambió es la ventana desde donde ahora lo observo: la admiración continúa.
