Exhumación de su imagen
Arcelia Ayup Silveti
Me complace de sobremanera acercar a otros al placer de la lectura. El martes 21 participé en tres presentaciones de libros. Temprano, en el Colegio Inglés convidada por mi amigo Felipe Perales. Al mediodia dimos a conocer en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAdeC UT el poemario de su exalumno, Alfredo Castro titulado De a poco la mirada se queda vacía. Dio la bienvenida el director, el maestro Ricardo Jurado y lo comentaron dos jóvenes, Karime Gámez y Gerardo Pineda.
Por invitación del reconocido escritor lagunero Jaime Muñoz Vargas, comenté su nuevo libro Exhumanción de su imagen, al lado de mi admirado Saúl Rosales. En la Galería del Teatro Isauro Martínez a las 19:00 horas, compartí con los asistentes: «Todos aquí sabemos de la entreñable amistad de Saúl, Gil y del Jimmy. Dicen que la amistad se demuestra en la cárcel, en la enfermedad y en la nómima, pero yo digo que también en las páginas. Esta obra de 101 hojas y 17 textos lo comprueban.
Jimmy lejos de endulzar el oído, dice lo que piensa sin fuegos artificiales. El hilo conductor de Exhumación de su imagen es la admiración y la enraizada amistad de estos dos tremendos escritores. El título hace referencia al primer poemario de Prado Galán: Exhumación de la imagen. Jaime muestra con destreza la obra de su amicisímo, pero también con humildad al reconocer el talento de Gilberto como narrador, ensayista, poeta y palindromista. Hace referencia a sus infinitas anécdotas, sus ingeniosos juegos de palabras, su facilidad para aplicar apodos, su colosal capacidad de memoria, su peculiar sentido del humor y su dedicación para su familia y amigos.
Hablar con Gil era enriquecedor, divertido, siempre se aprendía algo. Jimmy incluye una entrevista de su libro Solazos y resolanas. La comarca vista desde fuera por laguneros de palabra. En este texto, comparte una entrevista en la cual le preguntó ¿qué encontraste fuera de La Laguna? A lo que Prado Galán respondió: “No todo el que sale mejora ni todo el que se queda empeora. Además, el verdadero viaje siempre es interno, hacia la médula de uno mismo. “También le enunció el Jimmy: Si se pudiera elegir, ¿dónde te gustaría morir? Gil contestó: “El lugar es lo de menos. Me gustaría morir cerca, muy cerca de quienes me quisieron”. Así vivió Gil, rodeado de amigos, de su familia, y también así se fue, con los latidos de quienes lo queremos. Mis parabienes para Jimmy por honrar la memoria de nuestro portentoso amigo.»
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