viernes 6, diciembre, 2024

DE BUENA FUENTE

ULISES SALAS

Malagradecida

Ahora resulta que el bajón de popularidad que sufre la aspirante presidencial del Frente Amplio por México, es culpa del PRI.

Según columnistas nacionales, el equipo de Xóchitl Gálvez mandó hacer una encuesta para ver su posicionamiento social, y el resultado reveló que ella se mantiene en un buen nivel de aceptación.

El problema es que el 60 por ciento de los encuestados dijo que nunca votará por el PRI, y calificó negativamente a su dirigente Alejandro Moreno.

Por eso en el relanzamiento de la campaña, solicitaron a Alito que asista lo menos posible a los eventos públicos y minimizaron la presencia del PRI en el Frente Amplio por México.

El asunto luce complicado, porque Alejandro y el PRI mantienen una importante estructura generadora de votos en el país, y borrarlos de la campaña es un grave error.

Por lo que se ve, Xóchitl va en caída libre…

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Nadie lo quiere

Las rabietas no son buenas y el líder del Partido del Trabajo en Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja sufre sin piedad, las consecuencias del ostracismo.

Mejía Berdeja rechazó en su momento aceptar el resultado de la encuesta para elegir al candidato de Morena en Coahuila, que favoreció a Armando Guadiana, y decidió irse al PT de abanderado.

Me consta que Jorge Luis Moran, uno de sus principales operadores políticos, luego de visitar al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, le pidió aceptar la derrota y sumarse a Guadiana.

Ricardo aceptó y ambos diseñaron la que llamaron “la gira del agradecimiento”, con la consigna de que, al término de esta, sumarse a la campaña del senador de la CuatroT.

Pero algo paso que hizo cambiar los planes, pues en el primer mitin de despedida en Saltillo, Mejía Berdeja mantuvo su discurso agresivo, fuera de lo acordado en Gobernación.

Al término del evento, Morán y Ricardo platicaron sobre el tema, y Jorge le pidió respetar su palabra, pero Mejía Berdeja respondió haberlo pensado bien y dijo no aceptar a Guadiana.

Entonces Jorge Luis, le miró fijamente, le dio un fuerte apretón de manos, y le deseó buena suerte, pero le aclaró que él iba a cumplir el compromiso con Adán Augusto, y seguiría en Morena.

Ahí Ricardo se quedó sin un amigo de muchos años, luego, como hasta hoy, lo perdió casi todo en lo político y laboral.

Los berrinches no son buenos…

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La pregunta de hoy

¿Prosperará la presión ejercida por AMLO al Poder Judicial para que resuelva ipso facto la controversia de los libros de texto en Coahuila?

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