ULISES SALAS
Último grito
Esta será la última ceremonia del grito de independencia a las que asistirá Miguel Ángel Riquelme como gobernador del estado.
Por ende, también presidirá por vez ultima el tradicional desfile militar del 16 de septiembre para dar paso al nuevo gobernador Manolo Jiménez.
Riquelme Solís anunció hace unos meses que dejará de vivir en Torreón y trasladará su residencia a la capital del estado, por lo que se verá seguido por Saltillo.
Esto es interesante porque como gobernador, MARS amanece cada lunes en la Perla lagunera, donde preside actividades institucionales.
Riquelme Solís concluirá en paz su gestión al frente del gobierno de Coahuila, con el deber cumplido al lograr la sucesión en favor del PRI y con una excelente imagen pública.
Muchos afirman que el político lagunero pudo dar más, pero nadie le critica que haya dado menos y eso seguramente se lo reconocerá el pueblo en el grito de independencia de este viernes.
Es lo mínimo…
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Factor divisor
40 legisladores, entre diputados federales y senadores no son pocos a la hora de seguir a un escapista de la política como Marcelo Ebrard.
Ese es el número de representantes populares morenistas que mostraron este jueves su adhesión al ex canciller, aunque sin salir de Morena.
De ese tamaño es el boquete causado a la Cuarta Transformación en lo interno, tras su negativa a aceptar el triunfo de Claudia Sheinbaum, como aspirante presidencial de Morena.
En lo externo, y de llegar a ser candidato a la presidencia de la República, Marcelo quitará votos a la aspirante del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, sobre todo de clase media para arriba.
Por esa razón, cosa curiosa, tanto Claudia como Xóchitl trabajan por separado, para que Ebrard Casaubon no aparezca en la boleta presidencial.
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Inmune a grillas
Tras la aparición de Enrique Falcón este miércoles en la gira del gobernador Miguel Ángel Riquelme por Guerrero e Hidalgo Coahuila, quedó claro por donde masca la iguana.
El subsecretario estatal de Obras Públicas se vio muy cercano a Riquelme Solís, y se nota que goza de todas sus confianzas, al igual que las de mandatario estatal electo, Manolo Jiménez.
Atacar a Enrique es una pésima opción para sus adversarios políticos, sobre todo cuando este se mantiene leal al trabajo en equipo con los inquilinos del Palacio de Gobierno.
“Cuando no puedas con el enemigo, únete a él”, dice un sabio y conocido refrán y aquí aplica a la perfección.
