sábado 8, febrero, 2025

CUARTO PODER: ¿DESPOTISMO DECADENTE?

Luis Alberto Vázquez Álvarez

El Ciudadano Kane, (1941), considerada por muchos la mejor película cinematográfica, nos ofrece la histórica carrera de Charles Foster Kane; personaje imaginario pero basado en varios magnates reales de la industria editorial de su tiempo. Nace con mucho idealismo e interés al servicio social, pero evoluciona gradualmente en una implacable búsqueda de poder político y económico y termina destruyendo vidas, fortunas y dignidades; Todo es válido para alcanzar el poder. Epopeya repetida en todo el mundo y muy cercana a nosotros mismos.

Carlos Denegri, el mejor y el peor periodista de México en los años 40, 50 y 60 del siglo XX; su vida estuvo ligada a las adicciones, machismo, misoginia y su gran resentimiento hacia las mujeres, además de una perversa relación entre el periodismo y el gobierno; imperando plenamente la corrupción; pero también era vigente una “Doble Moral” que nos ubica en una visión de un México lejano, a la vez que cercano y muy real.

Carlos Denegri fue el líder de opinión que más influyó en la política mexicana de ese entonces; reportero estrella de Excélsior, su red de contactos le mantenía informado de hechos públicos, privados, aventuras, amoríos y asuntos de dinero público utilizado ilegalmente. Por ello, a pesar de sus afrentas a cualquiera, era mimado por el poder. Como columnista político, demostró una absoluta falta de escrúpulos: Julio Scherer lo bautizó como «el más vil de los reporteros». Afortunado escribiente era quien seguía a los presidentes en sus giras, siempre ofrecía un texto de primera. Fue el más fuerte impulsor del «chayote» cuando dicha expresión y su contenido aún no se popularizaba entre los columnistas e intelectuales orgánicos, ligados a alabar a los funcionarios públicos amigos y destrozar a sus enemigos.

Como vocero extraoficial de la Presidencia, cobraba toda mención positiva y se atrevía a difamar a cualquiera, gozando de absoluta impunidad. Según Carlos Monsiváis, su mención negativa de alguien equivalía a «una temporada en el infierno» para quien quisiera ocupar algún cargo público. Ganaba millones por publicar alabanzas, sin embargo, fue la extorsión su ingreso más lucrativo; guardaba secretos insanos de sus poderosos clientes. Carlos Denegri era tan prepotente y déspota que congeniaba perfectamente con aquella “dictadura perfecta”. La reconstrucción de su vida nos pinta un cuadro histórico apasionante que aún hoy padecemos entre abundantes comunicadores prepotentes.

Hermelinda Mendoza, joven tercer esposa de esta “mala persona” le asesinó de un balazo en la cabeza; su defensa aseguró que este, cada vez que se alcoholizaba, se volvía agresivo y violento. Así acabó con su pesadilla y la de muchos mexicanos.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de USA ha creado muchos problemas mundiales y en su país; dentro de las acciones más discutibles y relacionadas con el tema de esta columna está la desaparición de la USAID. Según fuentes del mismo gobierno, esta dependencia oficial financiaba 6200 periodistas de 707 medios de comunicación a nivel mundial, pero los medios, columnistas e intelectuales mexicanos han sido destacados; ellos, gracias a su vecindad y cercanía corrían a refugiarse en USA para recibir el ahora muy llorado “chayote USAIDeado” en dólares. Revisiones profundas en dichas arcas por el hombre más rico del mundo, encontraron que aquellos mexicanos recibían lo que el propio Trump ha denominado “dinero robado”. Que se les ha retirado y por lo pronto, ya no los nutrirá. Eso significará la desaparición de “maiceo”, ya que ni allá ni acá se les arrimará. Esto explica porque varios medios mexicanos seguían tranquilamente gozando de riqueza inexplicable si cada día tenían menos y menos auditorio, lectores y seguidores.

Ha surgido otra casta de divinos que se creen intocables, poderosos y dueños de la verdad, los “Youtuberos”; hay de todo, buenos, malos, mentirosos, fatuos y exagerados; destacando especialmente, el conocido “Fofo” Márquez, quien demencialmente atacó a una dama de la tercera edad con saña tal que parecía odiarla infinitamente, aunque jamás la había tratado. Soberbio y prepotente quiso enfrentar a la justicia sintiéndose como aquel Carlos Denigri; pero, aunque el súper corrupto sistema judicial mexicano sigue vendiéndose al mejor postor, las redes sociales reaccionaron y lo obligaron a impartir justicia. Este “Cuarto Poder” actual ya no canta a gritos; ahora deberá ajustarse a la opinión pública.

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