sábado 23, noviembre, 2024

Cuarta conversación entre actores, con la gran actriz mexicana internacional, Elpidia Carrillo

(«Nueve Vidas», su gran personaje «Sandra», y la dirección de Rodrigo García)

Raúl Adalid Sainz

Inicié con mi comadre una plática hacia una de sus películas que más me gusta. Su actuación en «Nine Lives», fue soberbia. Nueve historias de mujer, representadas por grandes actrices: Robin Wright, Sissy Spacek, Glenn Close, Holly Hunter, Amanda Sevfried, Lisa Gay Hamilton, Cathy Baker, Amy Brenneman, y Elpidia Carrillo.

Mi querida comadre estuvo más que a la altura al lado de esas estupendas actrices. Al grado tal, que el director Rodrigo García, decidió iniciar su película con la historia representada por Elpidia, y su personaje «Sandra».

–         «¿Qué significó trabajar con Rodrigo García?».

Elpidia refleja en su mirada, en su expresión corporal, la enorme admiración al gran guionista, director cinematográfico, fotógrafo y escritor, hijo además del gran «Gabo», García Márquez; Elpidia: «Rodrigo es genial, muy preciso, un gran director de actores».

–         «¿Cómo llegó la película «Nueve Vidas», a tu ser?».

Elpidia:» Había trabajado con él en su primera película: «Cosas que hay que decir, antes de mirarla», al lado de Glenn Close, Sissy Spacek, Holly Hunter. Nos caímos muy bien, le gustó mi trabajo y me llamó para interpretar a Sandra».

Una peculiaridad guarda la filmación de «Nine Lives», el director experimentó con el plano secuencia, la cámara en mano para entrar íntimamente al universo de los personajes. Todo un reto actoral.

–         «¿Ensayaste, habló del personaje, Rodrigo contigo»?

Elpidia: «Rodrigo no habla mucho del personaje, le gusta que lo comprendas en el ensayo, en la acción física, «Sandra», tenía mucha actividad, trapeaba, hablaba, caminaba en diferentes ritmos, hacia la cabina telefónica de visitas, se sentaba, tomaba la bocina y la azotaba por estar descompuesta, se enojaba, gritaba, lloraba, pedía clemencia para poder despedirse de su hija, y volver a la impotencia de estar encerrada en prisión. Ensayamos sí, el plano secuencia, el accionar de la cámara, su paso de acuerdo a mi actividad. Rodrigo me hizo mucho énfasis hacia mi concentración. «Tengo sólo dos rollos Elpidia, no puedes fallar», recordaba mi comadre el nervio creativo de su amigo Rodrigo García en la filmación «. Trece minutos de plano secuencia que Elpidia sorteó espléndidamente. Grandes matices emocionales consigue.

–         ¿»Cómo era su dirección actoral» ?

Elpidia: «En el primer ensayo te deja hacer, enseguida corrige. En este caso me dosificó mi energía. «Explotas, hasta el final», me dijo. Fue un trabajo muy fino de dirección de Rodrigo. Me cuidó mucho. Mi trabajo, al lado del actor que hace al policía, fue de tremendo apoyo. Miguel Sandoval, (actor mexico-americano) es un gran intérprete».

Me contaba Elpidia que ella no se utilizó a sí misma, con sus vivencias, para interpretar al personaje. Leyendo el guion, le va surgiendo quién es y cómo proyectar al mismo. En la jerga actoral decimos: «huele al personaje».

Me platicaba del enorme orgullo que le dio que esa película haya ido al «Festival de Cannes» y a «Sundance».

Recordaba la gran felicitación de Rodrigo García al terminar su trabajo actoral interpretando a «Sandra». El director recientemente calificó a Elpidia como una actriz de una intuición salvaje. Y no se equivoca. Mi comadre ha vivido una vida muy intensa desde niña y adolescente, allá en su tierra michoacana de tierra caliente. Una existencia llena de avatares. Su vida como emigrante. Su cantidad de vivencias en el entorno del cine hollywoodense. Imponerse. Hablar otra lengua. Ser actriz sin buscarlo. Aprender el oficio. Enfrentar el racismo estadounidense. Ser madre. Salir adelante en un medio tan competitivo. Mantener sus sueños de entregar educación sensible, con sus recursos económicos, a las comunidades de su estado. En especial a las áreas purépechas. Todo esto le da un ámbito extenso para comprender las complejidades humanas a interpretar. Aunque ella diga que no se utiliza a sí misma para actuar. Su contexto la permea. Va inherente para la creación de los personajes.

En estas conversaciones saco en conclusión que mi comadre ha admirado mucho a dos de los muchos directores con los que ha trabajado: al inglés Ken Loach y Rodrigo García. Con Ken Loach, Elpidia hizo la extraordinaria película «Bread and Roses», al lado de Adrien Brody y la querida actriz mexicana Pilar Padilla.

Bueno… pues estas han sido cuatro conversaciones actorales con una actriz maravillosa que yo admiro mucho. Lo conseguido por Elpidia es grandioso. Ella ha retornado muy fuerte al cine. Su último trabajo fue «Blue Bettle», al lado de la gran actriz mexicana Adriana Barraza, Susan Sarandon, y Damián Alcázar. Una lástima que el cine mexicano y las series, no aprovechen el gran potencial de esta espléndida actriz nacional. Muchos productores y directores mexicanos ni siquiera la conocen. La ignorancia es extrema y de no creerse.

En fin, ese es otro cantar. Lo importante es que mi comadre y yo platicamos, y les trajimos estos cantares cinematográficos a sus corazones.

Raúl Adalid Sainz, en algún lugar de México Tenochtitlan

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