Los paristas y las autoridades de la institución aún se encuentran en negociaciones: la rectoría reclama la entrega del pliego petitorio, mientras los estudiantes siguen decidiendo si darán o no un voto de confianza a la directiva.
LaOtraPlana.com.mx
A 21 días de que se inició el paro en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) por denuncias de violencia de género, no hay fecha para el regreso a clases. Los paristas y las autoridades de la institución aún se encuentran en negociaciones: la rectoría reclama la entrega del pliego petitorio, mientras los estudiantes siguen decidiendo si darán o no un voto de confianza a la directiva.
Este viernes, la rectora de la UAQ, Teresa García Gasca, informó en un comunicado que cuatro funcionarios cuyas renuncias habían sido solicitadas por los alumnos en paro pidieron licencia a sus cargos, lo que la institución consideró una “muestra de disposición y sensibilidad para continuar con el diálogo”.
Los funcionarios que actualmente cuentan con licencia son Gonzalo Martínez García, abogado general de la UAQ; José Alejandro Ramírez Reséndiz, contador; Juan Fernando Rocha Mier, coordinador de la Escuela Bachilleres plantel Concá, y Juan Joel Mosqueda Gualito, coordinador de la Maestría en Salud y Producción Animal Sustentable.
En días previos, la rectoría de la UAQ señaló que no se separaría del cargo a ningún funcionario, dado que no se presentaron formalmente pruebas en su contra, y afirmó que el 70% del alumnado ya quiere volver a clases.
A través de redes sociales, el 20 de octubre los estudiantes organizados de Facultades Unidas UAQ hicieron pública la relatoría del primer diálogo que tuvieron en la rectoría, en el que destacaron la petición de cuatro renuncias y la respuesta de García Gasca, quien les dijo que “no son posibles, porque violentan los derechos laborales y derechos humanos” de los acusados.
Desde el día en el que se reunieron con la rectoría —17 de octubre—, la rectora anunció a los estudiantes su disposición y compromiso de pedir las licencias de estos funcionarios, para realizar las debidas investigaciones “con evidencias que sean entregadas por Facultades Unidas”.
En respuesta, Facultades Unidas UAQ expresó a las autoridades universitarias que continúa habiendo desconfianza hacia la institución y sus procesos de denuncia, lo que resulta en que las estudiantes prefieran ventilar los temas en redes sociales y tendederos.
Facultades Unidas UAQ recalcó en su comunicado que el pliego petitorio será entregado a las autoridades hasta que estas tengan un voto de confianza; mientras tanto, el regreso a clases —incluso si estas son en modalidad virtual, como ha propuesto la rectoría— continúa en stand by.
Las demandas estudiantiles
El pliego petitorio es público en las redes sociales de la organización estudiantil, desde el pasado 14 de octubre. En él, se exige que no haya represión ni criminalización contra los paristas, así como reformas a la legislación universitaria, “con el fin de ampliar e incorporar medidas de prevención, protección y reparación en materia de violencias de género, diversidades y disidencias sexuales”.
En cuanto a la seguridad, los jóvenes demandan que no se permita la posesión de armas de fuego dentro de las instalaciones de la UAQ y que las autoridades estén preparadas para reaccionar en este tipo de situaciones. Esto, luego de que una estudiante y su pareja, también alumno de la universidad, fueran amenazados por otro compañero, hecho que detonó las protestas que llevaron al paro.
También exigen que se mejore la infraestructura de iluminación y seguridad, y que no se retiren ni limpien las expresiones gráficas que se han pintado al interior de los planteles como parte de la protesta estudiantil, hasta que se den por cumplidas las peticiones del pliego.
Facultades Unidas UAQ reclamó que la rectoría “admita la responsabilidad que le corresponde y pida una disculpa pública a la comunidad universitaria y a quienes han sido víctimas de su deshonestidad”, y demandaron a las autoridades abstenerse de dar apoyo a trabajadores acusados de abuso y/o violencia sexual.
A pesar de que la UAQ ha señalado que no recibió formalmente el pliego petitorio, en la misma fecha en que este fue publicado por Facultades Unidas en redes sociales, la universidad dio respuesta virtual al documento, “con el objetivo de seguir avanzando en la erradicación de la violencia en razón de género y dar respuesta a las demandas expresadas”.
La UAQ afirmó que respeta la libre manifestación de los estudiantes, por lo que no se criminalizará a quien participe en ella, ni se levantarán actas administrativas o académicas. También se comprometió a promover las medidas necesarias para prevenir y atender todos los tipos y las modalidades de violencia, en específico la de género, en sus ámbitos de competencia.
La institución indicó que el día 27 de octubre, en un foro abierto a toda la comunidad, presentará la propuesta de actualización del protocolo y se recibirán las aportaciones de la comunidad universitaria durante noviembre, para que el nuevo documento esté listo para su revisión en los Consejos Académicos de las Facultades y el Consejo Universitario en sus primeras sesiones de 2023.
“Independientemente de las presiones”, estudiantes piden tiempo
Tras el anuncio de que cuatro funcionarios solicitaron licencia, los estudiantes de Facultades Unidas reconocieron que hay una “urgencia de volver a clases, un sentimiento que todas, todes y todos compartimos”. Sin embargo, alegaron que “es importante reconocer y respetar el tiempo que implican los procesos para que realmente se represente a la comunidad UAQ, independientemente de las continuas presiones por parte de las autoridades universitarias”.
La organización adelantó que, este sábado 22 de octubre, algunos de sus integrantes llevarán a cabo una mesa de diálogo con la rectoría, con el fin de darle continuidad a los procesos ya establecidos y negociar las exigencias de ambas partes.
Los alumnos presentarán una contrapropuesta, elaborada mediante el consenso entre facultades por medio de asambleas, “puesto que la propuesta enviada por parte de la rectoría no fue aceptada por la comunidad estudiantil”, y recalcaron que García Gasca se comprometió a respetar el tiempo que tomaran los procesos, “con cordialidad y respeto”.
(Con información de Animal Político)