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Yessica Marbet lleva más de 10 días buscando la vacuna triple viral (sarampión, rubéola y parotiditis o paperas) para su hijo de un año. Desde finales de julio, ha recorrido clínicas del IMSS y centros de la Secretaría de Salud y en todos le dicen lo mismo: no hay y no saben cuándo llegará.
Animal Político hizo recorridos por instituciones de salud para documentar si había abasto suficiente de vacunas para niños —que no fueran contra COVID-19—, y encontró que en clínicas del IMSS y centros de la Secretaría de Salud en efecto no hay vacuna triple viral ni tampoco la BCG, que se usa para prevenir la tuberculosis y se administra a recién nacidos.
El desabasto de estas vacunas es a nivel nacional, informó a este medio personal de salud de las clínicas. A consulta expresa, el IMSS señaló en una tarjeta informativa que el faltante de las sustancias se debe a una demora en las entregas del proveedor.
Malaquías López, epidemiólogo de la UNAM y vocero de la Comisión COVID de esta casa de estudios, alerta que la escasez de vacuna BCG abre una ventana de riesgo importante para los niños no vacunados, porque la tuberculosis no está erradicada. La infección está latente entre la población. “Por eso, debería ser prioritario tener el abasto de esta vacuna y lo mismo con la triple viral, puesto que hubo un rebrote de sarampión en México hace dos años”, advierte.
Según datos del Boletín Epidemiológico semanal de la Secretaría de Salud, hasta julio de 2022 se habían registrado 11 mil 117 casos de tuberculosis respiratoria en México, frente a 9 mil 224 casos que se documentaron hasta el séptimo mes de 2021, lo que equivale a un incremento de 20%.
De sarampión no se han presentado casos en 2021 y 2022, tampoco de rubéola, pero sí de parotiditis: se registraron mil 453 hasta julio pasado, contra mil 286 de 2021, un incremento de 11.5%.
Para intentar proteger a sus hijos de estas enfermedades, los padres de familia recorren en vano las instituciones sanitarias. Yessica Marbet fue a la Clínica 28 del IMSS, al Centro de Salud T-III Portales, a otro en la colonia Condesa y al Centro de Salud T-III Dr. Manuel Domínguez, en la colonia Guerrero. En ninguno encontró la triple viral.
En centros de salud y clínicas no le dieron ninguna opción frente a la escasez: “Solo nos dicen que no hay y que no saben cuándo llegará, así que vamos a tener que ponérsela en un privado, porque es importante que la tenga”.
Este medio visitó la Unidad de Medicina Familiar 4 del IMSS, el Centro de Salud T-III Atanasio Garza Ríos y el Centro de Salud T-III Dr. Manuel Domínguez, en la Ciudad de México, así como el Hospital de Gineco Obstetricia con Medicina Familiar 60 del IMSS, y el Centro de Salud San Javier, del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), en Tlalnepantla, y las respuestas en estos lugares fueron las mismas: no hay triple viral ni BCG, aunque esta última —no disponible desde febrero de este año— llegará en uno o dos meses; no se sabe con precisión.
La opción que dan a los padres de familia, en el caso de la BCG —aunque no en todas las unidades de salud—, es anotarse en una lista. Ahí, deben dejar su nombre y dos números de teléfono, para que en cuanto les llegue la vacuna les llamen y programen una cita para sus hijos. En el Centro de Salud T-III Dr. Manuel Domínguez, esa lista de espera ronda los 60 nombres.
A Luis Sandoval y su esposa Magaly Mendieta, quienes no han encontrado la vacuna contra la tuberculosis para su bebé de 10 días de nacido, no les dieron opción de apuntarse en ninguna lista.
Luis cuenta que el pequeño nació en un hospital privado, pero ahí no les dieron opción de ponerle las vacunas, así que lo fueron a registrar a la Unidad de Medicina Familiar 51 del IMSS, en Atizapán, donde lo inmunizaron contra la hepatitis B, pero no contra tuberculosis.
“Nos ofrecieron el tamiz neonatal y la enfermera aprovechó para ponerle la vacuna de hepatitis, pero preguntamos por la BCG y no la tienen”, relata.
A Ana Cecilia Mariscal tampoco le dieron la opción de anotarse en lista. Su bebé nació en abril, tiene cuatro meses. El pediatra neonatólogo que les atendió en el parto en una clínica privada les dijo que no era necesario ponerle la vacuna contra tuberculosis, pero los padres investigaron y se dieron cuenta de que sí es necesaria.
Fueron con el pediatra y le pidieron que se la pusiera al bebé. Les respondieron que no la tenían disponible en la clínica. Entonces, acudieron al Centro de Salud T-I Pedregal de San Nicolás Sur, en la alcaldía Tlalpan, donde les dijeron que tampoco la tenían.
La opción que dieron a Ana Cecilia fue que acuda al centro de salud cada mes para ver si ya llegó la vacuna y ganar lugar.
El IMSS señala al proveedor
Animal Político preguntó al IMSS y a la Secretaría de Salud por qué no hay estas dos vacunas en las clínicas y si se tiene fecha de cuándo se surtirán, pero hasta el cierre de esta edición solo el instituto respondió.
La explicación que dio el IMSS es que la falta de vacunas se debe a una demora en las entregas por parte del proveedor, “al no disponer de suficiente biológico con autorización de uso”.
Además, señaló en una tarjeta informativa que estima que antes de concluir agosto se cuente con las vacunas indicadas en las unidades médicas del instituto que las aplican.
Esto, con base en el reporte de que el proveedor ya cuenta con vacunas disponibles para cumplir con las entregas y los procesos de abastecimiento.
Caída pronunciada
De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2021), hasta el año pasado, la cobertura de la vacuna BCG en niñas y niños de uno y dos años de edad fue de 86.6% en todo el país. Mientras, la cobertura de la vacuna triple viral, en esos mismos rangos de edad, fue de 72.6%.
La cobertura de vacunación promedio nacional, con el esquema completo (BCG, hepatitis B, pentavalente, neumocócica, rotavirus y triple viral), en menores de hasta dos años de edad es de 31.1%
Las coberturas con el esquema de cuatro vacunas tanto en los niños de un año como en los niños de hasta los dos años alcanzaron el mayor nivel en 2006 (78.4% y 84.7%), y descendieron entre 2012 (74.2% y 77.9%) y 2018 (19.9% y 35.3%).
Actualmente, se mantienen en un tercio de la población (31.1% y 35.8%). Aunque sin explicar exactamente a qué se refiere, la Ensanut dice que estas diferencias tan marcadas deben interpretarse con cuidado por cambios en los instrumentos y la forma de análisis las dos últimas versiones de la encuesta.
Alfonso Vallejo Parás, académico del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que para que no haya brotes de una enfermedad, la recomendación internacional —de la OMS— es tener un 95% de cobertura en vacunación.
“Estamos muy por debajo de eso y esto nos debería de preocupar a todos. La Secretaría de Salud tiene que tomar acciones para elevar las coberturas y poner las vacunas cuando se debe; por ejemplo, la BCG se tiene que poner al nacer, porque la madre puede transmitirla al bebé. Si se pone después, ya hubo una ventana de tiempo en la que no se pudo prevenir el riesgo”, alerta.
Las caídas en las coberturas de vacunación no son exclusivas de México. De acuerdo con datos de la OMS, a pesar de que la inmunización es una de las intervenciones de salud pública más eficaces, la cobertura vacunal se ha estancado en la última década en el mundo.
En años recientes, dice la OMS, la pandemia de COVID-19 y las interrupciones asociadas a ella han puesto bajo presión a los sistemas de salud: 23 millones de niños no fueron vacunados en 2020, lo que representa 3.7 millones más que en 2019 y la cifra más alta desde 2009.
En México, organizaciones civiles hicieron un llamado al gobierno federal para que establezca e implemente un plan emergente para atender y revertir los rezagos en vacunación.
También le solicitan que asigne en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 recursos suficientes y etiquetados para implementar el plan antes mencionado, mejorar la infraestructura incluyendo la red de frío, mantener abastecidas todas las vacunas, fortalecer el sistema de información nominal, así como fortalecer las campañas de vacunación y que esas sustancias lleguen directamente a las comunidades donde viven las niñas y los niños.
(Con información de Animal Político)