Francisco Treviño Aguirre
Dinámica de la IED en México: retos y oportunidades en un entorno global competitivo
La Inversión Extranjera Directa (IED) se establece con la intención de generar un interés económico duradero por parte de un inversionista extranjero en el país receptor, orientado a objetivos empresariales de largo plazo. Actúa como un catalizador significativo para el desarrollo, dado que tiene la capacidad de generar empleo, incrementar los niveles de ahorro y la captación de divisas, estimular la competencia, incentivar la transferencia de tecnologías avanzadas y fomentar las exportaciones. Estos factores contribuyen de manera positiva al entorno productivo y competitivo de un país.
En este sentido, la Secretaria de Economía federal informa que durante el primer trimestre de 2024, México registró un récord histórico en la captación de Inversión Extranjera Directa (IED), alcanzando 20,313 millones de dólares. Este aumento del 9% en comparación con el mismo periodo de 2023 no solo subraya la confianza de los inversionistas en la economía mexicana, sino que también revela una serie de tendencias y dinámicas clave en la economía global y local.
La IED registrada en el primer trimestre de 2024 provino de 12 empresas extranjeras, 1,441 sociedades con participación de capital extranjero, y 761 contratos de fideicomiso. Lo más destacable de estos flujos es que el 97% del total corresponde a la reinversión de utilidades generadas en el país, lo que indica que las empresas extranjeras están eligiendo mantener y expandir sus operaciones en México en lugar de repatriar sus ganancias. Este comportamiento sugiere una confianza sólida en el entorno económico mexicano y en su capacidad para seguir generando retornos positivos. La inversión en nuevas empresas y la ampliación de capital representó solo el 3% del total, lo que podría parecer modesto, pero es indicativo de un crecimiento sostenido en sectores específicos que buscan aprovechar las ventajas competitivas que ofrece México, como su proximidad a Estados Unidos y el acceso al mercado a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
El panorama de financiamiento de las empresas en México ha mostrado una tendencia hacia la autosuficiencia, con un menor recurso a financiamiento de terceros. Esta estrategia parece estar motivada por un deseo de mantener una salud financiera sólida y por la certeza que brindan los movimientos dentro del mismo grupo corporativo. La reducción en la dependencia de financiamiento externo podría ser vista como una señal positiva, ya que indica una mayor liquidez y una gestión financiera más prudente por parte de las empresas establecidas en el país.
El sector manufacturero sigue siendo el principal receptor de IED, con el 42% del total, seguido por el sector financiero (25%) y la minería (12%). Dentro de la manufactura, las industrias de equipo de transporte, bebidas y tabaco, y alimentos son las más beneficiadas. Esta diversificación refleja la confianza de la política industrial nacional en fomentar el crecimiento de sectores estratégicos. Un aspecto relevante es la recuperación de la inversión en el sector agropecuario, lo cual es indicativo de una mayor diversificación de las inversiones. Esta diversificación es esencial para reducir la dependencia de un solo sector y para aumentar la resiliencia económica del país frente a las variables externas.
A pesar de la caída global del 2% en los flujos de IED en 2023, México mantuvo su participación del 2.7% en el total mundial, lo que subraya su competitividad en el escenario global. América del Norte, en su conjunto, concentró el 30% de los flujos globales, beneficiándose de ventajas en recursos naturales, tecnología, capital humano, y un alto nivel de especialización en industrias clave. Estados Unidos se mantiene como el principal inversionista en México, con el 52% de los flujos totales de IED en el primer trimestre de 2024, y la región de América del Norte concentrando el 60% del total. Esto refleja no solo la proximidad geográfica y los vínculos comerciales, sino también la importancia de México como proveedor estratégico en las cadenas globales de valor, especialmente en sectores como el automotriz y la electrónica.
En 2023, México implementó una serie de medidas favorables para los inversionistas, como la plataforma “Ventanilla Única para Inversionistas”, que ofrece procedimientos simplificados, oportunidades e incentivos detallados para la inversión. Además, se introdujeron incentivos específicos para sectores estratégicos como el nearshoring en semiconductores, electromovilidad y dispositivos médicos, áreas que han captado la atención de grandes multinacionales.
Hoy por hoy, para impulsar aún más la inversión en México, es necesario fortalecer las políticas de incentivos, mejorar la infraestructura y continuar facilitando el acceso al mercado a través de acuerdos comerciales estratégicos. Además, se debe promover la diversificación sectorial y geográfica de la IED, así como fomentar un entorno regulatorio estable y predecible que siga atrayendo a inversionistas de todo el mundo. México tiene la oportunidad de consolidarse como un destino de inversión líder en América Latina, y los esfuerzos deben centrarse en maximizar esta oportunidad para lograr un crecimiento económico sostenido y equitativo en los años venideros.
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