Francisco Treviño Aguirre
El Código QR: evolución, impacto y futuro en la era digital
En esta era de constante evolución tecnológica, el código QR (Quick Response Code, en español «código de respuesta rápida») se ha consolidado como una herramienta esencial para la transferencia y acceso a información digital de manera rápida y eficiente. Aunque fue inventado en los años 90, su popularidad se disparó con la proliferación de los teléfonos inteligentes y, más recientemente, con la pandemia de COVID-19, donde se convirtió en un recurso invaluable para minimizar el contacto físico.
El código QR fue inventado en 1994 por Masahiro Hara, ingeniero jefe de Denso Wave, una subsidiaria de Toyota. Originalmente, se creó para rastrear vehículos y piezas en el proceso de fabricación, proporcionando una solución más eficiente que los códigos de barras tradicionales. A diferencia de estos, que solo pueden leerse de arriba hacia abajo, los códigos QR son bidimensionales, lo que les permite almacenar una mayor cantidad de información en una matriz de píxeles que se puede leer en dos direcciones: de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda.
Un código QR es una imagen bidimensional formada por módulos en dos colores contrastantes, generalmente blanco y negro, que contiene información codificada en una cuadrícula. Incluye marcadores de detección de posición en tres esquinas para facilitar la lectura, marcadores de alineación para corregir superficies curvas, un patrón de sincronización para calcular el tamaño de la matriz, información de la versión y del formato, claves de datos y corrección de errores para mantener la legibilidad incluso si está dañado, y una zona de silencio alrededor que mejora el escaneo.
La versatilidad de los códigos QR ha permitido su adopción en una amplia gama de aplicaciones. Durante la pandemia, su uso se disparó en sectores como la restauración, donde sustituyeron a los menús físicos para reducir el contacto. Según una encuesta de la AIMC sobre Internet, el 67,9% de los usuarios utilizan los códigos QR para ver menús de restaurantes, mientras que el 26,7% los usan para acceder a información adicional.
Los códigos QR se han vuelto omnipresentes en restaurantes y cafeterías, donde los comensales pueden escanear un código para acceder al menú en sus dispositivos móviles. Esta práctica no solo minimiza el riesgo de transmisión de enfermedades, sino que también permite a los establecimientos actualizar los menús en tiempo real sin costes adicionales de impresión.
Adicionalmente, son una herramienta poderosa en campañas de marketing y publicidad. Permiten a los consumidores escanear un código en un cartel, una tarjeta de presentación o un anuncio para ser redirigidos a sitios web, promociones especiales o aplicaciones. Esto facilita la interacción inmediata y medible con el público objetivo.
El futuro de los códigos QR es prometedor, con avances tecnológicos y nuevas aplicaciones emergentes que amplían sus posibilidades. Algunas de las tendencias futuras incluyen: La integración de esta tecnología con la realidad aumentada puede ofrecer experiencias interactivas y enriquecedoras. Por ejemplo, escanear un código en un museo podría desplegar una exhibición virtual con información adicional sobre las piezas expuestas. En el contexto del Internet de las cosas, los códigos pueden facilitar la conectividad y comunicación entre dispositivos inteligentes. Por ejemplo, escanear un código en un electrodoméstico podría permitir su configuración rápida y acceso a manuales de usuario en línea.
Hoy por hoy, los códigos QR han recorrido un largo camino desde su invención en 1994, transformándose de una herramienta industrial en un recurso omnipresente y multifacético en la vida cotidiana. Su capacidad para almacenar gran cantidad de información de manera compacta y accesible ha revolucionado diversas industrias, desde la restauración hasta el marketing, la logística y los servicios financieros. A medida que la tecnología continúa avanzando, es probable que se integren aún más profundamente en nuestras vidas, ofreciendo nuevas y emocionantes formas de interactuar con el mundo digital.
El impacto de los códigos QR en la era de los teléfonos inteligentes y la pandemia ha demostrado su valor como una herramienta eficiente y sin contacto para compartir información. Sin embargo, la seguridad y la privacidad siguen siendo aspectos cruciales para garantizar un uso seguro. Con las innovaciones continuas y la creciente adopción en diversas aplicaciones, el código QR está destinado a seguir siendo una parte integral de nuestra vida digital en los próximos años.
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