Las redes sociales ganan las campañas electorales
Francisco Treviño Aguirre
En la era moderna, las elecciones en México, al igual que en muchas partes del mundo, han experimentado una profunda transformación impulsada por el creciente poder de las redes sociales y la tecnología. En el año 2018, fuimos testigos de cómo las plataformas digitales ejercieron una influencia determinante en la participación de miles de votantes, no solo para emitir su voto, sino también para expresar sus opiniones y preferencias políticas. Con la proximidad de las elecciones de 2024, las plataformas tecnológicas se enfrentan a un desafío creciente: la propagación de noticias falsas, la presencia de bots y el empleo de la inteligencia artificial con el objetivo de influenciar la contienda política.
En 2018, Andrés Manuel López Obrador fue elegido presidente de México con el respaldo de poco más de 30 millones de votantes, lo que representó el 53.17 por ciento del total de votos emitidos. Un análisis llevado a cabo por la casa encuestadora Parametría revela que AMLO obtuvo un apoyo sustancial en una muestra representativa y diversa de la población. No obstante, se observó una notable brecha de género en los patrones de votación, ya que el 65 por ciento de los votantes masculinos emitieron su voto a favor de AMLO, mientras que solo el 49 por ciento de las mujeres hicieron lo mismo.
Contrario a lo que se podría suponer, el segmento del electorado más inclinado hacia la candidatura de AMLO se caracteriza por individuos con educación universitaria o superior, quienes cuentan con un ingreso mensual superior a los $15,171 pesos. Esta confluencia de logros educativos y niveles de ingresos demostró ser un factor determinante en la configuración de la base de apoyo del candidato ganador.
En lo que respecta a los grupos de edad, los votantes jóvenes, especialmente aquellos con edades comprendidas entre los 26 y 35 años, emergieron como los partidarios más entusiastas del candidato, representando un impresionante 63 por ciento del total de personas en este rango de edad. En particular, AMLO recibió un apoyo relativamente equilibrado en otros grupos de edad, con porcentajes que oscilan entre el 55 y el 56 por ciento.
En resumen, en las elecciones presidenciales de 2018, Andrés Manuel López Obrador ganó con el respaldo del 65 por ciento de los votantes masculinos, principalmente entre aquellos con edades entre 26 y 35 años, con educación universitaria y un ingreso mensual superior a los 15,000 pesos. Estos resultados subrayan un cambio notable en el perfil electoral de AMLO en comparación con su participación en las dos elecciones presidenciales anteriores de 2006 y 2012. En particular, el nivel educativo y los niveles de ingresos parecen ser indicativos de esta transformación, lo que sugiere un panorama cambiante de apoyo recibido.
No sorprendió, por lo tanto, que, al declarársele ganador de la contienda electoral, en su primer discurso, López Obrador agradeciera el apoyo de lo que él denominó las «benditas redes sociales», reconociendo la importancia de estas plataformas en su campaña.
En este contexto, es crucial señalar que los candidatos que aspiren a la presidencia en las próximas elecciones deberán contar con una fuerte presencia en los medios digitales. Un ejemplo claro del potencial de las redes sociales en las campañas electorales es el caso del Gobernador con licencia de Nuevo León, Samuel García, quien ahora aspira a convertirse en candidato por el partido Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República.
Aquellos que puedan considerar a Samuel como un precandidato con pocas posibilidades de obtener el triunfo deben replantear su percepción. La presencia de García en las redes sociales supera con creces la de sus posibles contrincantes, atrayendo una significativa cantidad de reacciones en sus publicaciones. Si bien un considerable porcentaje de estas reacciones no son favorables, Samuel García se mantiene como un personaje de gran influencia en los medios digitales.
Hoy por hoy, los candidatos que buscan cargos de elección popular en México deben dirigir una parte sustancial de sus campañas a las redes sociales. En un país con un universo que abarca a 100 millones de usuarios en internet, de los cuales 94 millones son usuarios activos de redes sociales, equivalente al 73 por ciento de la población, la importancia de estas plataformas no puede ser subestimada.
Las elecciones en México han evolucionado hacia un escenario en el que las redes sociales desempeñan un papel crucial. Los candidatos a cargos de elección popular deben entender y aprovechar este nuevo paradigma, ya que las redes sociales no son solo una herramienta para la comunicación, sino un reflejo de la opinión pública y un espacio donde se puede definir el futuro político del país.
X: @pacotrevinoag