sábado 23, noviembre, 2024

Cambios de hábito

Hannia Márquez Jiménez

Durante el transcurso de nuestras vidas, las personas creamos una gran cantidad de hábitos que replicaremos diariamente; algunos aprendidos gracias a nuestro círculo familiar y otros que iremos aprendiendo en diferentes entornos a medida que crezcamos. Estos pueden ser buenos, como el gusto por la lectura, y otros muy malos, como la mala alimentación y el sedentarismo.

En un par de ocasiones he hecho mención sobre la importancia que tiene la activación física en nuestra vida, pero esta vez profundizaré más en los beneficios que nos da el agregar a nuestra rutina diaria el realizar ejercicio. Como una persona que creó este hábito hace un tiempo puedo dar una visión acerca del tema, pero también me apoyaré mayormente en la perspectiva de alguien que conoce bastante más sobre esto.

En mi particular caso, me di cuenta de que el estilo de vida que estaba llevando no me podía traer nada bueno, solo estando en casa y comiendo constantemente comida poco nutritiva por ser lo más fácil, porque una primera advertencia fue ver las consecuencias que esa rutina le estaba haciendo a mi cuerpo.

En resumen, tomé la decisión de que tenía que cambiar a un mejor hábito, empecé a ir a un gimnasio a hacer ejercicio y hoy en día me siento mejor con la forma en que llevo mi vida en ese sentido. Aunque el proceso no ha sido fácil tengo la certeza de que ha sido una buena decisión, en parte porque soy consciente del bien que me hace, y eso es precisamente lo que me gustaría compartir a continuación.

En el lugar al que voy tengo el apoyo mayormente de dos entrenadores, Richi y Jorge, quienes me han ayudado a empezar y mejorar mi técnica a la hora de realizar mis ejercicios; este último también es enfermero, así que me pareció prudente preguntarle el impacto positivo que esta actividad tiene en las personas.

Para empezar, desde un punto de vista como trabajador de la salud, Jorge menciona que el principal beneficio que tiene el realizar ejercicio es que ayuda a la prevención de enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, la hipertensión y la obesidad, además de ayudar a la circulación y a mantener un estado hemodinámico (estado óptimo del sistema circulatorio) mucho más eficiente.

También menciona que otros aspectos positivos que se obtienen de hacer ejercicio, pero ahora desde su perspectiva como entrenador, es que ayuda a mantener la imagen corporal más atractiva, lo que a su vez hace que se eleve la autoestima.

Además, ayuda a mantener un estado físico en óptimas condiciones; “como papá, trabajas, vienes y entrenas, llegas a tu casa y tienes la condición para tener entretenimiento con tu hijo, salir a pasear con él, salir a jugar; a diferencia de una persona que fuera sedentaria, pues no tiene las mismas energías que una persona que realiza ejercicio”.

En otras palabras, el ejercicio es algo que debemos de tener en cuenta desde muchos puntos de vista; por un lado, aquellas personas que podemos ser propensas a padecer diabetes o hipertensión, principalmente por cuestiones genéticas, tenemos que ser mucho más conscientes de que esto lo podemos prevenir activándonos y así evitarnos mayores problemas y riesgos de este tipo en el futuro.

También tenemos la opción de hacer ejercicio por gusto personal, con fines estéticos y para sentirnos bien con el cuerpo que tenemos y el que queremos llegar a tener. Aquí me parece importante destacar que entrenar por esta razón no tiene nada de malo, pero sí es necesario entender que no debe ser nunca lo más trascendental; nunca debemos hacernos presos ni de la báscula ni del espejo.

La vigorexia es muy peligrosa y no tendríamos que caer en ella nunca, por lo que es importante ser muy realista con nuestras metas estéticas y planteárnoslas a largo plazo, teniendo siempre presente que si no se logran no pasará nada, que si no entrenamos por un día no se va a caer todo el esfuerzo que se ha realizado, que está bien ir de poco en poco y no matándose con demasiados ejercicios o demasiado peso en ellos y, sobre todo, tener cuidado en el tipo y cantidad de suplementos que se consumen.

Realmente esta debería ser la última razón por la que hacemos ejercicio; deberíamos empezar a hacerlo por tener un estilo de vida saludable, por tener un peso que esté dentro de los parámetros, por tener una mejor condición física. Como lo he dicho anteriormente, los resultados físicos se darán por consecuencia, así que no hay que poner extrema atención en esa parte.

El ejercicio cuando entiendes que te da más beneficios que dolor se convierte en algo indispensable para nuestro desarrollo y nos comienza a ayudar en muchos aspectos, como los ya mencionados por el coach Jorge; incluso puede ayudar a despejar la mente y liberar frustraciones, redirigiendo esas energías hacia algo que es benéfico para nuestro cuerpo.

No me queda más que invitar a todos a que empiecen a crear este hábito en sus vidas, ya sea caminando unos 20 minutos al día o siguiendo rutinas más complicadas (que estén supervisadas por alguien con los suficientes conocimientos), porque en verdad vale la pena empezar a ver por nuestra salud física y transmitir esta costumbre a más personas, para que en un futuro sean menos las personas enfermas y más las que se preocupan por su bienestar.

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