Tan adictiva como enrevesada, es una delicia para los amantes de los bucles temporales y la ciencia ficción que se inicia con un caso extraordinario: en cuatro épocas distintas, cuatro detectives encuentran el cuerpo desnudo y sin vida de un hombre en un callejón. Es el mismo hombre asesinado que aparece en contextos completamente diferentes, teniendo un misterio en común
Víctor Bórquez Núñez
En un lapso de 162 años -1891, 1941, 2023 y 2053- cuatro investigadores, cada uno en su correspondiente época, tratan de resolver el mismo caso: el homicidio de un hombre que aparece muerto y desnudo en un callejón. Con esa premisa parte la serie Cadáveres (Bodies, 2023) y los detectives buscan al asesino de este extraño sujeto que aparece cuatro veces asesinado, instalando desde el comienzo un terreno incierto y lleno de sorpresivos giros,
Obviamente que la pregunta más recurrente es saber quién es el muerto que aparece en estas cuatro épocas. Lo primero que sabemos de él es su nombre, Gabriel Dafoe, un científico británico Gabriel Defoe, experto en física cuántica que en 2053 estudia la llamada Partícula Alemana y su interacción con una singularidad cuántica. Nos informan que dicha partícula es un elemento subatómico específico que, al unirse a una singularidad cuántica, se esparce en el tiempo (más no en el espacio), creando una ondulación de la misma. Siguiendo esta alocada trama, existe un aparato creado por el grupo Capilla que puede enviar objetos macroscópicos en esa ondulación temporal, es decir, personas.
El asesino de Dafoe se conoce y se sabe también que -debido a ese complejo proceso de traslado de una época a la otra, este cadáver se disgregó en cuatro trozos, razón por la que su cuerpo fue encontrado por cuatro detectives, en diferentes épocas para viajar al pasado.
Desde el comienzo hay una frase que muchos repiten: Eres Digno de Amor (Know You Are Loved), que resulta el eslogan del gobierno de Bretaña Unida, una nueva nación que mantiene un gobierno dictatorial y dominado por el exceso de la tecnología, liderado por el Comandante Mannix.
¿Confuso? Todavía falta.
La frase en cuestión es empleada como un recurso para obligar a los ciudadanos a tener una conducta intachable y seguir entregando al gobierno una lealtad ciega. Y aquí surge la segunda pregunta clave de la serie: ¿cuánta lealtad estaría usted dispuesto a entregar al gobierno a cambio de prosperidad material?
Pronto descubriremos que, en ese mundo del futuro, las personas pueden rebelarse y discutir, pero ello les significa de inmediato perder el acceso a la tecnología y quedar privado del bienestar material. O sea, dejan de ser considerados.
En forma paralela, con un excelente montaje, la serie traslada al espectador por las distintas épocas, cada una de las cuales tiene un estilo visual diferente, nos muestra las relaciones que cada uno de los detectives mantiene -el de 1891 oscila entre un matrimonio por conveniencia y su amante, un periodista; el de 1941 sigue en una rutina de corrupción mientras transcurre la Segunda Guerra Mundial; en 2023 la detective hace todos los esfuerzos por proteger a su hijo de amenazas que le llegan desde varios frentes y la policía del futuro 2053 se sumerge en un viaje definitivo, tratando de resolver el misterio de ese cuerpo asesinado y desnudo que aparece en un callejón en cuatro épocas distintas.
Lo más importante de Cadáveres es que, a pesar de su guion imperfecto (y caótico), asegura el entretenimiento, es breve y provoca de inmediato adicción, sobre todo si el espectador se interesa por lo surrealista, aquello que se presta para cientos de teorías y, claro, si le apasiona la física cuántica, la posibilidad de viajar en el tiempo y la generación de mundos en los cuales la tecnología es capaz de subyugar al ser humano, coartando su libertad y propiciando el surgimiento de cultos con desvaríos mesiánicos y dictatoriales. ¿Le suena conocido?
La serie está disponible en la plataforma de Netflix.