martes 7, enero, 2025

Buenas noticias

Enrique Martínez y Morales

La andanada de notas negativas que recibimos diariamente nos preocupa y desalienta. Pero hablando de noticias, no todo fue malo en el 2024. Encontré algunas de ellas sumamente positivas, de gran impacto para la humanidad.

Uno de los hitos más destacados fue el desarrollo de una vacuna contra el VIH basada en dos inyecciones anuales, la que mostró una eficacia del 100% en ensayos clínicos en mujeres y adolescentes africanas, ofreciendo esperanza a millones de personas en todo el mundo. A esto se suma los logros en la lucha contra el Alzheimer impulsada desde México, con el desarrollo de un fármaco que retrasa el progreso de esta enfermedad. El asma y la diabetes tuvieron avances importantes en su tratamiento, vislumbrándose la luz al final del camino.

La salud pública también celebró la reducción de la mortalidad infantil, que alcanzó sus mínimos históricos. Esto es resultado de programas exitosos de vacunación y mejoras en el acceso a servicios médicos en zonas vulnerables. Asimismo, las nuevas generaciones mostraron un cambio positivo: se registró una significativa disminución en el consumo de alcohol entre jóvenes y adolescentes.

En el ámbito tecnológico, 2024 será recordado como el año en que la supercomputadora “Júpiter” comenzó a operar. Considerada la más avanzada del mundo, su capacidad de procesar datos a velocidades sin precedentes permitirá crear órganos gemelos digitales, réplicas virtuales precisas que revolucionarán la medicina. Estos modelos ayudarán a los científicos a probar tratamientos, personalizar terapias y acelerar el descubrimiento de curas para enfermedades complejas, como el cáncer, salvando millones de vidas en el futuro.

En el ámbito económico, la pobreza extrema a nivel mundial se redujo al 8.6% de la población, marcando una caída significativa respecto al inicio del siglo. Este progreso es reflejo de la estabilidad económica mundial, el éxito económico de algunas regiones y estrategias de desarrollo inclusivo.

El medio ambiente también fue testigo de logros extraordinarios. Europa superó el 50% de producción de electricidad basada en energías renovables en el primer semestre del año, liderando la transición energética global. Además, el cierre casi completo del agujero en la capa de ozono destacó como un ejemplo de éxito de la colaboración internacional, recordándonos que los acuerdos globales tienen el poder de revertir los daños al planeta.

Especies emblemáticas como el rinoceronte cornudo, la ballena franca o el panda rojo han salido de la lista de “en peligro de extinción”.

El 2024 nos deja grandes lecciones. A través de la innovación, la empatía y la cooperación, la humanidad sigue encontrando soluciones a problemas históricos.

En un mundo marcado por la guerra, el encono y la intolerancia, noticias como estas mantienen viva la esperanza de que tener un mundo mejor, más justo y sostenible, sí es posible.

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