Rubén Olvera
La nueva estrategia económica de Coahuila mira al nearshoring y las MiPyMEs
Impulsado por el entusiasmo del nearshoring, el Gobierno estatal anunció recientemente el nuevo rumbo económico de Coahuila para los próximos seis años.
Con la presentación del Plan Estatal de Desarrollo 2023-2029 (PED), se detallaron las estrategias y objetivos encaminados a fomentar el desarrollo, mejorar la competitividad y crear oportunidades de empleo, tal como se describe en el “Eje 2 Coahuila Global”.
Una combinación de cambios y continuidades iluminan el camino elegido por las autoridades. Algunas estrategias son una clara respuesta a las transformaciones en el terreno económico causadas por la pandemia, mientras que otras apuntan a reparar fisuras que se han vuelto cada vez más evidentes en los últimos tiempos, como las disparidades regionales, el lento crecimiento y el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs).
Actualmente, las oportunidades para atraer inversión extranjera han aumentado significativamente debido a la intensa relocalización de empresas que buscan cercanía con el mercado estadounidense. Sin embargo, esto ha llevado a una mayor competencia.
Tener una ubicación favorable y un alto índice de competitividad ya no es suficiente para atraer inversiones. Basta con voltear la mirada a Guanajuato, SLP o Baja California, estados que recientemente han conseguido proyectos notables a pesar de ser menos competitivos que Coahuila. Hoy en día, es indispensable salir a buscar las oportunidades y ofrecer incentivos adecuados para cautivar a los inversores.
El caso reciente de la empresa Yokohama sirve como ejemplo. El Estado de Coahuila tuvo la fortuna de haber sido elegido para recibir la inversión japonesa. Sin embargo, este logro no se produjo sin una intensa promoción y negociaciones dirigidas por funcionarios estatales, quienes implementaron la nueva estrategia descrita en el PED para asegurar el proyecto sobre los estados competidores.
Como ya se ha establecido, se debe intensificar la promoción económica de Coahuila para capitalizar los avances logrados años atrás. No obstante, es igualmente importante mejorar la estrategia e incorporar elementos adicionales para navegar eficazmente en el nuevo escenario.
Los nuevos componentes se describen en el PED. Estos incluyen proporcionar incentivos fiscales y otras formas de apoyo, establecer infraestructura para dar cabida a nuevas industrias, promover mejoras regulatorias y crear plataformas digitales para reforzar los esfuerzos de promoción y estrechar vínculos con inversionistas. De hecho, la mayoría de estos elementos están comprendidos en la Ley de Desarrollo Económico del Estado.
Desde hace un tiempo, Coahuila necesita mejorar la competitividad y calidad de los productos que ofrecen las MiPyMEs para que puedan aprovechar el nearshoring y formar parte de las cadenas de valor de las principales industrias. Incluso hay voces que abogan por establecer un sistema integral o crear un instituto que brinde apoyo a estas unidades de negocios.
En este sentido, el PED, y en particular la estrategia “Gestión Empresarial y Apoyo a las MiPyMEs”, propone una hoja de ruta para fortalecer los vínculos entre las MiPyMEs e instituciones financieras, educativas y empresariales. La estrategia tiene como objetivo mejorar el acceso a financiamiento, capacitación y oportunidades de desarrollo. También busca fomentar su crecimiento como proveedores.
En mi opinión, estos elementos sientan las bases de un sistema integral; solo queda organizarlo y estructurarlo en términos de ley y del programa sectorial de desarrollo económico.
El PED presentado recientemente también incluye otros temas relevantes como el desarrollo regional, la estabilidad laboral, la creación de empleos y el turismo, que discutiremos la próxima vez.
