Rubén Olvera
Yokohama, ¡Coahuila he youkoso!
Yokohama Rubber es uno de los principales fabricantes de neumáticos del mundo. Se trata de una corporación multinacional cuyos volúmenes de producción y ventas rivalizan con los de Hankook, Pirelli, Continental y Goodyear. Sin duda, Yokohama destaca como una marca premium en la industria de autopartes.
Gestionar la instalación de fábricas de esta firma se ha convertido en uno de los principales objetivos de las agencias especializadas en atraer inversión extranjera, incluidas las de China y Estados Unidos. Esto se debe a que son plantas de última generación, con tecnología de punta y que generan una importante cantidad de empleos.
Además de sus operaciones productivas, esta multinacional es reconocida por su contribución al desarrollo comunitario y el impulso de iniciativas ambientales en las áreas donde opera.
Al conocerse la noticia de que Yokohama tenía la intención de construir una planta de fabricación de neumáticos en México para abastecer al mercado estadounidense, era natural que los gobiernos estatales iniciaran rápidamente una serie de esfuerzos de promoción económica. Esto marcó el comienzo de la competencia para asegurar el proyecto.
Los promotores tenían un objetivo claro en mente: convencer a la empresa de las ventajas de invertir en sus respectivos territorios. Según sus propias palabras, su meta era “amarrar” la inversión.
Sin embargo, negociar proyectos de esta escala representa un desafío formidable para cualquier gobierno. La competencia para atraer empresas con estas cualidades se vuelve cada vez más intensa, casi feroz, a medida que aumenta el monto de la inversión.
Lo destacado para Coahuila es que su competitividad logró atraer la atención de la empresa japonesa, aunque inicialmente no era considerado el principal contendiente. Por lo tanto, era decisivo que las autoridades estatales actuaran con rapidez y eficacia para garantizar que el estado se convirtiera en el destino preferido de los ejecutivos japoneses. Perder esta oportunidad habría sido un grave error.
En octubre de 2023, el Gobernador electo Manolo Jiménez Salinas viajó a Tokio, Japón, para reunirse con los ejecutivos de la empresa. El propósito de la visita fue presentar las ventajas competitivas que Coahuila tiene para ofrecer. La presentación resultó ser muy efectiva, ya que Yokohama Rubber anunció públicamente en su sitio Web a mediados de marzo de este año la construcción de una planta en Saltillo.
Según el boletín, será necesaria una inversión de 380 millones de dólares para la producción de 5 millones de neumáticos al año. Está previsto que la fase de edificación comience en el segundo trimestre de 2024, y se espera que el lote inicial de llantas esté listo para el primer trimestre de 2027.
Como ejemplo de puntualidad y cumplimiento de sus compromisos, Masataka Yamaishi, presidente de Yokohama Rubber, viajó a Saltillo el pasado 15 de abril para asistir a la ceremonia de inicio de construcción de la planta. También acudió el Gobernador Manolo Jiménez Salinas.
En el camino se quedaron Guanajuato y San Luis Potosí, dos estados que se han destacado en los últimos años por sus exitosas estrategias para atraer inversiones.
Me llamó la atención un comentario de un empresario: “¡Ya era hora de que Coahuila ganara una inversión a la región del Bajío!”
Todavía queda mucho trabajo por hacer para mejorar la promoción de Coahuila en el contexto del nearshoring. Sin embargo, la llegada de Yokohama es un logro notable y una señal positiva de que la estrategia avanza en la dirección correcta.