Rubén Olvera
La economía gira a la derecha en América Latina
En América Latina no solo los votantes se están inclinando hacia la derecha; también el crecimiento económico parece tomar la misma ruta en 2025. Las proyecciones del Banco Mundial refuerzan esa idea. Según el organismo, entre las economías más grandes de la región, cuatro de las cinco que más crecerán este año están gobernadas por la derecha. ¿Coincidencia o tendencia?
Los economistas están de plácemes porque los dos países con el mejor desempeño están dirigidos por integrantes del gremio. Con Javier Milei y Santiago Peña al frente, Argentina y Paraguay alcanzarán un crecimiento del 4.6% y 4.2%, respectivamente. Hay que decir que ambos mandatarios son férreos defensores del libre mercado y críticos de la intervención estatal. Las estimaciones del Banco Mundial para 2025 y 2026 sugieren que su enfoque les dará la razón.
Pero no todos los economistas tienen la misma suerte. El izquierdista Gustavo Petro, también del gremio, podría estar llevando a Bolivia a una de sus peores fases de crecimiento. El Banco Mundial proyecta cifras que llaman la atención: una reducción del PIB del -0.5% en 2025 y del -1.1% en 2026. Petro había prometido tasas superiores al 3%. La buena noticia para los bolivianos es que el próximo año habrá elecciones, y ese desempeño podría ser juzgado en las urnas.
A Argentina y Paraguay les siguen Panamá y Guatemala, ambos con un crecimiento estimado del 3.9 %. Un poco más abajo aparece Costa Rica, con 3.6%.
El caso de Panamá es paradigmático. Desde 2024 es gobernado por el derechista José Raúl Mulino, quien ganó con la promesa de reactivar la economía y recuperar el empleo. Tras un complejo 2024, en 2025 la economía ya empieza a responder a su estrategia. Mulino impulsa al sector privado e invierte en infraestructura. Y lo hace sin improvisar. Dirige los recursos hacia donde verdaderamente funcionan: el Canal de Panamá.
La excepción progresista en el top 5 es Guatemala, que ha logrado mantener el ritmo de crecimiento del gobierno anterior con tasas cercanas al 4%. El sociólogo Bernardo Arévalo ha sido certero al conducir la economía sin caer en excesos ideológicos. Dio continuidad a la estrategia de estabilidad macroeconómica y atracción de inversiones que rindió frutos a su antecesor. Pero también está imprimiendo un enfoque progresista mediante políticas de inclusión productiva para los más desfavorecidos.
Otro economista que ha dado buenos resultados es Rodrigo Chávez, quien —también desde la derecha— tiene a Costa Rica en la parte alta de la tabla desde que llegó a la presidencia en 2022. Estabilidad macroeconómica, apertura al exterior y disciplina financiera resumen su gestión.
En contraste, el Banco Mundial coloca en el fondo a dos países gobernados por la izquierda: Bolivia, que caerá un -0.5%, y México, que apenas crecerá un 0.5% en 2025.
Sentenciar que el PIB crece con la derecha y se estanca con la izquierda sería una conclusión simplista. La economía es más compleja que eso.
Lo que sí muestra el Banco Mundial es que, en América Latina, la estabilidad, disciplina, apertura, inclusión, inversión privada y la infraestructura se traducen, al menos por ahora, en mejores tasas de crecimiento.







