domingo 13, julio, 2025

AVISO DE CURVA

Coahuila 2026: no es una elección para llaneros solitarios

Rubén Olvera

Estábamos tan atentos a Durango y Veracruz que olvidamos voltear hacia Coahuila, donde habrá elecciones en 2026. Aunque solo estará en juego el Congreso local, estos comicios atraerán la atención nacional, pues serán el último examen antes de la gran jornada electoral de 2027.

Para Coahuila no es un tema menor. Se trata de su Poder Legislativo. Sin embargo, sospecho que las dirigencias nacionales lo verán como otro laboratorio político, al estilo de Durango y Veracruz.

Aquellas elecciones dejaron más dudas que certezas, y ahora probarán nuevas estrategias para descartar lo que no mueve votantes, pensando en las gubernaturas y la Cámara de Diputados de 2027.

En esos comicios, Morena quedó lejos de lo esperado. Al cuidarse del PAN y del PRI, casi fue rebasado por Movimiento Ciudadano. En Veracruz, extrañaron al PT en la alianza.

El PAN pasó desapercibido, y solo gracias al PRI logró retener la capital de Durango. En Veracruz, Movimiento Ciudadano lo dejó como tercera fuerza.

¿Y el PRI? Poco que decir: fue quinta fuerza en Veracruz y mostró claroscuros en Durango; sin la coalición, habría naufragado.

En cambio, el PT enfrenta una disyuntiva: ir solo, como en Veracruz, donde ganó 28 municipios, o en coalición, como en Durango, donde apenas gobernarán dos.

Las elecciones en Coahuila podrían resolver estas incógnitas. De hecho, los partidos ya están moviendo sus piezas. Es buen momento para descifrar sus intenciones.

Una de las grandes preguntas es si PRI y PAN repetirán la alianza de 2023, cuando ganaron los 16 distritos de mayoría. 

Esta decisión interesa más al PAN que al PRI. En 2023, el PAN obtuvo cinco diputaciones, todas gracias al PRI. Su aporte fue del 6 %, frente al 43 % del tricolor. El PRI habría ganado todos los distritos por sí solo.

Sin embargo, un antecedente que podría empujar al PRI a repetir la coalición —junto con la UDC— son las elecciones federales de 2024, donde perdió el Senado y cinco de los ocho distritos.  Aunque el PAN de nuevo aportó el 6.34 %, esta vez fue indispensable para ganar tres diputaciones por lo cerrado de la competencia (PRI podría haber ganado sin alianza solamente el distrito IV).

Si en 2026 Morena mantiene al PT y al PVEM en la coalición y Movimiento Ciudadano crece, los márgenes volverán a cerrarse. En ese escenario, el 6 % del PAN y el 3 % de la UDC serían decisivos.

PRI y PAN tendrían que negociar nuevos términos. El PAN podría ceder dos o tres distritos ganados en 2023.

Mientras ambos partidos deshojan la margarita, otros contendientes mueven sus piezas. Movimiento Ciudadano nombró como delegado en Coahuila a Jaime Martínez Veloz, político de origen progresista. Reclutar liderazgos de otras fuerzas y llamar a generaciones experimentadas es una estrategia que les ha funcionado.

El dirigente del PVEM, Arturo Escobar, anunció que irán solos en Coahuila. Una postura para hacerse notar en la alianza. Aunque probablemente terminen sumándose si Morena los necesita.

Lo mismo podría pasar con el PT, que ha tejido una estructura local sólida, suficiente para buscar replicar lo de Veracruz, pero dependerá de los acuerdos nacionales con Morena.

Por lo que se ve, las elecciones en Coahuila no serán terreno para llaneros solitarios. Tampoco las de 2027.

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