No hay pánico, pero ¿dónde están los empleos?
Rubén Olvera
En una colaboración anterior mencioné que las proyecciones de crecimiento económico para México en 2025 se ajustaron a la baja. También señalé que algunos organismos financieros pronosticaron una contracción del PIB.
Ahora me detendré un momento en un tema todavía más complejo y delicado: la capacidad del país para generar empleos de calidad.
Es fundamental abordar este tema, porque una cifra negativa en el número de ocupaciones formales registradas en el IMSS impacta de lleno en el ingreso de las familias y su bienestar.
El punto es además urgente, pues las alarmas están encendidas desde mediados de 2024. Y la realidad parece agravarse en los meses recientes. En comparación con años anteriores, la creación de ocupaciones formales ha caído de manera considerable.
Según registros del IMSS, en abril de 2023 se habían creado 447,395 nuevos puestos de trabajo. No obstante, al mismo mes de 2024, la cifra cayó a 349,816.
La situación se vuelve aún más crítica al comprobar que solo se crearon 179,289 nuevas ocupaciones en los primeros cuatro meses de 2025.
En dos años, México perdió cerca del 60 % de su capacidad para generar empleos con seguridad social.
Dígame usted si esta caída no es motivo de preocupación, o al menos de sorpresa. Hacía tiempo que México no presentaba un nivel tan bajo en la generación de puestos de trabajo formales, y eso que la economía es más grande que hace veinte años.
Una caída así no debería pasar desapercibida para las autoridades. Especial atención deberá prestarse a los jóvenes y mujeres que buscarán trabajo por primera vez. Si las oportunidades de encontrar un empleo bien remunerado y con prestaciones son escasas, su situación económica y su calidad de vida futura se verán afectadas.
En el evento “Empleo: el camino de la prosperidad” organizado recientemente por el Banco Mundial, los especialistas afirmaron que, en escenarios adversos, los jóvenes son quienes enfrentan mayores dificultades para encontrar trabajos de calidad.
El Banco Mundial advierte que podría estar formándose una “crisis de empleo” en el horizonte. La advertencia cobra sentido si se considera que alrededor de mil doscientos millones de jóvenes alcanzarán la edad para incorporarse al mercado laboral en la próxima década, mientras que la economía solo generará unos cuatrocientos veinte millones de empleos.
Lógicamente, la brecha entre quienes saldrán a buscar empleo y las plazas disponibles se ensanchará en los próximos años.
Aplica aquí la frase: “Te lo digo mundo para que lo escuches México”. Esta circunstancia se percibe con mayor claridad en el país. Cada año aumenta el número de personas en edad y condiciones de trabajar, mientras que la economía, según analistas y organismos financieros, parece encaminarse hacia un estancamiento.
Vaya toro el que deben lidiar las autoridades mexicanas. A esto hay que sumar que, cuando la economía pierde fuerza y los ingresos de las familias disminuyen, más personas buscan trabajo.
No se trata de crear pánico, pero, como advirtieron los expertos del Banco Mundial, si esta presión sobre el mercado laboral continúa, México podría enfrentar pronto una crisis de empleo.
